Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida | |||
|
Cartaginesa cumple promesa hecha en 1978 Los hijos de Melba no son 2 ni 3, ¡tiene 27! Ella nunca rechaza un niño Yensy Aguilar Arroyoyaguilar@aldia.co.cr Los Ángeles, Cartago. - Hace 29 años una hija de Melba Jiménez fue diagnosticada con cáncer, y mientras luchaba al lado de ella para vencer la enfermedad, el médico le preguntó si podía hacerse cargo de un niño, que padecía el mismo mal, porque sus padres lo habían dejado abandonado.
Melba prometió a Dios dedicarse a Él el resto de su vida si ambos sanaban... Y el Señor obró el milagro. Desde entonces, no ha dejado de cumplir su promesa y ha criado 27 hijos; seis biológicos y 21 que le ha entregado el Patronato Nacional de la Infancia o le dejan en la puerta de su casa. A ninguno le ha faltado amor, cariño, respeto, alimentación, vestido y todo lo que una madre pueda dar a sus propios hijos, reconocen los niños que ella ha criado (ver notas aparte). “Mami” como es llamada por todos, es vecina de Los Ángeles de Cartago, y se dedica día y noche a sus pequeños. A sus 56 años, sigue recibiendo chiquitos, pues cree que “Dios le indicará cuándo debe dejar de hacerlo”. “Me siento con la fuerza y la paciencia necesarias para seguir adelante”, sostiene. Dedicación “Cuando me dieron la noticia (de la enfermedad de su hija), en vez de entristecerme estaba tranquila porque sabía que Dios podía hacer un milagro. Acepté la idea y pedí mucho a Dios para que sanara a los niños. Se me hizo el milagro y, por eso, ofrecí servirle el resto de mi vida”, contó. Par cuidar a los niños cuenta con la ayuda de esposo, Víctor Guzmán, sus seis hijos biológicos y algunos voluntarios. Muchos le han tendido la mano para colaborar en la manutención de los infantes. “Algunas personas nos ayudan con alimentos, servicios médicos, educación. Eso nos permite seguir adelante y asegurarnos de que nuestros hijos tengan una formación adecuada”, agregó. Los hijos más grandes, que ya no viven con ella, llegan los fines de semana a cuidar a sus hermanos, y también les brindan apoyo económico. Casa grande La casa de Melba y Víctor tiene 14 dormitorios –con dos camas cada uno–, seis baños y tres juegos de comedor. El menor de los hijos tiene dos años y la mayor 20. Algunos están en el kínder, otros en la escuela y unos pocos en el colegio. Los más pequeños permanecen en la vivienda y son cuidados por los mayores. “Nos levantamos a las 5 a.m. para alistar a los que van a la escuela en la mañana. Después, despertamos a los demás, y no paramos de trabajar con ellos hasta las 8 p.m., cuando se acuestan”, dijo esta cartaginesa cuyo corazón es tan grande como su hogar. Melba asegura que la paciencia es el principal ingrediente para llevar a ese familión por el buen camino. “Algunos niños llegan tristes y proceden de familias drogadictas o con problemas de violencia. Por eso les doy mi amor, para que sean de bien”, dijo.
|
|
|
Portada
Nacionales
Sucesos
Ovación
Farándula
Vivir Hoy
Internacionales
VIP
Foro Galería Contáctenos Pura Vida |
© 2007. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr . |