Fabio Parreaguirre Gamboa
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A una hora bastante atípica para este tipo de conciertos, los rockeros al estilo celta de Mago de Oz salieron al escenario a las 7 en punto de la noche.

No hubo antesala para los españoles, a la hora exacta se apagaron las luces y el baterista Txus Di Fellatio creador de la banda, salió con una bandera de nuestro país, y empezó a tocar.

“La Ciudad de los Árboles”, fue la primer pieza que reventaron. Juanma saludó y, como siempre, se pegó el primer grito muy agudo, de esos a los que tienen costumbrados a sus seguidores.

La primer media hora la dedicaron a tocar temas de su último disco, “La Ciudad de los Árboles”, después empezaron a salir con distintos temas de sus otras producciones, pero en especial de los GAIA, Finisterra, The Best Oz y Folktergeist.

En lo que tiene que ver con el asunto del sonido y la acústica, el Palacio de los Deportes siempre deja mucho que desear. La verdad, el sonido estuvo bastante mal y en muchas ocasiones no se entendía qué era lo que Juanma trataba de decirle a los que pagaron los ¢12 mil que costaba la entrada general, o los ¢18 mil que costó la preferencial.

Hubo errores en el concierto, como cuando los de Mago, se preparaban para entrar con uno de sus mejores éxitos “Molinos de Viento”. Al iniciar, la guitarra nunca se escuchó por lo que tuvieron que parar y volver a tocarla.

“Fue error mío, yo nunca le avisé al master que veníamos con esta pieza, pero que este error quede entre nosotros”, dijo Juanma quien es muy querido por sus seguidores por su carisma.

“Oh finis, oh terra”, se escuchó en todo “el Pala”, los rockeros celtas se desgalillaron con la canción Finisterra, y los presentes los siguieron.

A las 8:35 de la noche, la muy conocida “Fiesta Pagana” sonó para despedir a todos, quienes la cantaron a todo pulmón, saltaron y bailaron. Todo terminó con los españoles regalando las púas de las guitarras, sus bebidas y hasta las cadenas de Juanma.