Gabriela Solano

Para la guapa y siempre sonriente, Sandra León, la belleza de la mujer es la suma de varios factores.

Una vida tranquila, hacer ejercicio, comer bien, así como uno que otro producto, son los que pueden hacer la diferencia en su apariencia.

Es por esa razón que la popular dentista, quien comparte sus comentarios en el programa matutino “Giros” de canal 6, decidió revelar cuáles son los secretitos que la mantienen tan bella y animada todos los días.

Como parte de su receta, Sandra por supuesto se lava los dientes constantemente, no come mucho arroz, cocina alimentos como sushi y practica el “spinning”.

Sandra cuida su cuerpo con esmero. Después del baño se aplica una crema con un olor suave. En los talones se pasa una piedra pómez para exfoliarlos y utiliza una crema exfoliante en toda su piel una vez al mes. El manicure y pedicure se lo hace todas las semanas, además evita usar mucho zapatos abiertos, para no maltratar la piel. Ella ama hacer ejercicio y lo practica junto a su entrenador personal tres veces por semana: 20 minutos en banda y 45 de spinning pueden hacer milagros por sus medidas y su corazón, asegura. Últimamente se ha vuelto aficionada al tenis y lo juega de vez en cuando.

Cabello brillante

Su color de cabello es negro, pero últimamente decidió aplicar un tinte marrón, así se ve más joven y sus facciones no se endurecen tanto. Todos los meses se corta las puntas.

Comida balanceada

Por las mañanas come frutas (no las perdona), un pedacito de pan, queso y jugo de naranja natural. En el almuerzo se sirve verduras, ensalada y un pedacito de carne o pollo. Casi no usa aceite y tiene verduras crudas en su oficina para picar. Toma solo agua y endulza con sustituto. Todos los días se toma dos tazas de té verde. Jamás pide un postre para ella sola.

Piel canela

Sandra evita exponer su rostro al sol y siempre usa un buen protector. Si se broncea lo hace en las horas beneficiosas para la salud (antes de las 11 a.m.)

Jamás se duerme sin desmaquillarse y lo hace con crema C de Ponds. Esporádicamente agarra un algodón y lo humedece con alcohol, con el que se limpia la cara y luego se pasa crema humectante.

Las cremas antiarrugas le parecen un gran invento y las usa alrededor de los labios. También compró una que le ayuda a cerrar los poros, que se abren con los años. De vez en cuando se pasa un pedacito de hielo por el rostro, ella afirma que le ayuda a revitalizar las células.