Carlos Láscarez S.
Colaboró Rodrigo Campos.
clascarez@aldia.co.cr

Pococí - Una ofensa fue el detonante que llevó antenoche a un quinceañero a matar de una puñalada en el corazón a Franks Esquivel Salas, de 18 años.

El ataque ocurrió a las 8:35 p.m. dentro del gimnasio del Comité de Deportes de Pococí, donde unos 30 jóvenes practicaban boxeo.

Esquivel murió minutos después de arribar al hospital de Guápiles.

Al parecer, las diferencias entre los involucrados en el hecho se venían presentando semanas atrás. El ataque ocurrió en el momento en que la víctima se lavaba las manos en una pileta, luego de supuestamente ofender de palabra al agresor, quien se devolvió del pasillo por donde caminaba y sacó una cuchilla que llevaba oculta entre sus ropas.

De acuerdo con Lucy Cordero Núñez, encargada del grupo de boxeo, el homicida, de apellido Mena no entrenó esa noche como lo solía hacer, sino que sólo se limitó a observar a los demás.

Le extrañó mucho el carácter que mostraba, ya que lucía disgustado y molesto, aunque no sabía por qué motivo.

Minutos antes, el ahora occiso había efectuado una sesión de saco y abdominales. En las últimas dos semanas, Esquivel no había faltado a las prácticas, debido a que añoraba retomar la condición física que tenía hace un año, cuando dejó los entrenamientos.

“Su afán era continuar con la preparación y dejar algunas amistades. Estaba muy motivado y contento. Se caracterizó por ser bueno y disciplinado. Todo ocurrió muy rápido”, comentó asombrada Cordero.

El homicida tenía cuatro meses de asistir a las prácticas, luego de que dejó Pavas, para cursar estudios en un colegio técnico.

“Le gustaba la mecánica”

Olga Ligia Esquivel, madre de Franks y conocido como “Negro”, relató ayer que su hijo trabajaba como ayudante de mecánica en un taller cercano a su casa.

“Antes de irse me dio un beso. Pido que aunque es menor lo castiguen. Quería ahorrar para ir al colegio. Hace poco se había comprado un reloj que era la envidia de muchos. Le gustaban los animales”, dijo con voz quebrada.

La Fiscalía Penal Juvenil presentó la solicitud de internamiento y detención provisional por el delito de homicidio calificado.

“Venga y me acuchilla”

En su mente repasó los dramáticos segundos que siguieron al homicidio de un joven de 18 años, a manos de un compañero, ambos alumnos suyos. La entrenadora Lucy Cordero recordó ayer que luego de que el quinceañero hirió de forma mortal a Esquivel, no quería soltar el arma, por lo que lo encaró y desarmó.

“Me le puse de frente y le dije, venga y me acuchilla a mí también, mientras el resto de muchachos estaban sorprendidos. Como no decía nada y estaba exaltado, logré quitarle el arma”, narró la mujer.

Seguido lo encerró en una bodega, ante el temor de que los jóvenes tomaran algún tipo de represalia y en espera de que llegara la Policía.

“Ya adentro, el jovencito me gritaba que por favor no dejara que le pegaran ni se arrimara nadie. Se limitó a decir que el otro muchacho lo había molestado, mientras estalló en llanto”, relató.