Al conducir, el 90 por ciento de la información de lo que ocurre en carretera (otros vehículos, peatones y obstáculos en el camino) se obtiene a través de la percepción visual, es por eso que al hacerlo de noche se deben extremar mediadas de seguridad, ya que la visibilidad que tenemos disminuye considerablemente.

Lo que en el día puede ser un simple obstáculo, fácilmente esquivable, en la noche se puede convertir en un percance, al tener menor tiempo para reaccionar y anticipar “sorpresas”.

Al factor de visibilidad, se le suman situaciones adversas como las malas condiciones de la carretera, lluvia, conductores irresponsables al volante bajo los efectos del alcohol, cansancio y el simple hecho de que muchos no adapten la velocidad de su automóvil al campo visual nocturno, cometiendo maniobras imprudentes que le puede costar muy caro a los motociclistas.

Ver y ser vistos

En el 2006, la marca alemana BMW comenzó a instalar en sus modelos Motorrad luces de xenón, que proporcionan mucha mayor visibilidad que las luces halógenas tradicionales. Al ser el doble de potentes, la luz blanca y brillante que provoca, se asemeja a la de la luz natural lo que ayuda al motociclista para que sea visto claramente por el resto de los conductores.

Pero, si usted es de los que no tiene una BMW-y aún teniendo una- sobra decir que el buen estado del faro delantero de la moto es fundamental para evitar inconvenientes en carretera.

Otro factor de cuidado es el alumbrado público, ya que si bien puede ser un aliado en la conducción nocturna, no todas las carreteras lo tienen-especialmente en barrios o zonas rurales-, a esto hay que sumarle la falta de señalización, que parece ser una regla más que una excepción en nuestras calles.

Esa falta de señalización impide seguir la carretera en especial cuando el deslumbramiento de las luces de los carros que vienen en sentido contrario es constante, lo que podría causar momentos de ceguera. En este caso lo más recomendable es reducir el ritmo para tener una mejor idea de dónde está el margen de la carretera.

Por estas razones, lo motociclistas más versados recomiendan cambiar el “chip mental” cuando se maneja de noche, lo que conlleva extremar los márgenes de seguridad.

El exceso de confianza puede ser una trampa sobre todo para los que ya tienen una ruta establecida, ya que al pasar de noche las condiciones cambian por la falta de visibilidad, igualmente el camino no siempre será el mismo debido a trabajos o lluvia abundante. Además de tener las condiciones técnicas y mentales adecuadas para ver bien la carretera, es sumamente importante que los conductores de otros vehículos logren distinguir adecuadamente al motociclista. Para ello el mercado pone a disposición variedad de jackets, cascos, botas y elementos resplandecientes para que la moto y su conductor sean visibles y así evitar accidentes.