San Antonio, Texas, Estados Unidos / EFE. Le dicen “Freshman” y está en la mira de varios equipos en el baloncesto de la NBA.

Es el base Derrick Rose, de los “Tigers” de Memphis, quien se consagró como la nueva revelación del baloncesto universitario de Estados Unidos.

El joven “freshman”, nativo de Chicago, tiene todo listo para entrar en el próximo sorteo universitario de la NBA y ser el gran favorito a salir elegido como número uno. Al menos eso es lo que opinan todos los expertos, si, como se espera, da el paso al profesionalismo, donde también se le proyecta como “otro” aspirante al puesto dejado vacante por el legendario Michael Jordan.

Esto después de haber conseguido promedios de 15 puntos, cinco asistencias y cinco rebotes en 40 partidos disputados (38-2).

De momento, Rose, con los “Tigers”, el equipo que dirige el entrenador John Calipari, ya ha vestido el número 23 en su camiseta, y cuando tiene el balón en sus manos muchas veces realmente juega como lo hacía Jordan.

Lo que nadie duda es que Rose es un gran jugador, tiene talento, es creativo, sabe dirigir a sus compañeros, posee una velocidad endiablada y además puede anotar desde cualquier distancia.

Su protagonismo ha llamado la atención de todos los seguidores de talento de la NBA y especialmente al entrenador de los Heat de Miami, Pat Riley, quien estuvo en San Antonio para verlo por cuarta vez durante el torneo de la NCAA.

Riley, después de ser presentado como nuevo miembro del Salón de la Fama del baloncesto mundial, centró toda su atención en Rose y en lo que hizo ante los Jayhawks, que fueron muchas cosas buenas, menos anotar el punto que hubiese valido un título.

Si, como se espera, los Heat serán el equipo con la peor marca de la NBA, obtendrían el derecho para elegir a “Freshman”.