Isaac Lobo
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Cientos de fiesteros han brincado y saltado gracias a la animación de Tito Madrigal, pero pocos saben el drama que vive a causa de un mal que sufre en los ojos.

Padece una enfermedad que se llama queratocono, la cual no tiene cura, y que produce en las personas que la córnea pierda su elasticidad y resistencia y cede deformándose hacia el exterior en forma de cono.

“Esto hace que uno no pueda ver ni de cerca ni de lejos, o sea, yo tenía miopía y astigmatismo, además de que la vista era muy sensible a la luz”, comentó Tito.

Él se dio cuenta de esta enfermedad hace unos 7 años, pero no le tomó la importancia necesaria. “Me pusieron unos lentes de contacto, que son duros en el centro y suaves a los lados. Yo podía ver muy bien y ni me los quitaba y esto provocó que mi córnea se debilitara más”, recuerda.

El VJ empezó a tener más problemas, las letras de los periódicos las podía leer, pero se tenía que consumir en el papel, no reconocía los rostros de las personas que le hablaban y en plena animación no podía ver a la gente.

“Ya no habían anteojos para mí, no existía el suficiente aumento, así que tuve que someterme a una operación”, comenta.

El 27 de febrero lo operaron en la clínica Orlich.

“Me fue muy bien, pero no era lo que yo esperaba, pues uno se imagina que sale de ahí ya ve bien y la verdad es que no”, afirmó.

El doctor le explicó que la cirugía le va a detener la progresión de la enfermedad, porque de haber continuado, habría quedado ciego.

Tito manifiesta que luego de esa operación su vida cambio por completo.

“Después de esto Dios me sacudió, yo estuve 15 días sin ver nada y de verdad que me hizo reflexionar, sólo podía escuchar música, casi me vuelvo loco y me deprimí mucho”.

El 1.° de mayo Tito tendrá una cita y en ella los médicos le dirán como está.

“Estoy feliz porque ya podré usar lentes de contacto suaves y usar anteojos, lo que no puedo hacer es manejar de noche”.