Franklin Arroyo González
Colaboró Alejandro Arley
farroyo@aldia.co.cr

La ministra de Salud, María Luisa Ávila, lo utiliza para hacer llamadas de emergencia, estar en contacto con sus pacientes, girar instrucciones o atender solicitudes del presidente de la República, Óscar Arias.

El celular le ha ayudado ha aumentar su productividad como pediatra y funcionaria pública, desde que es una más de los millones de ticos que le sacan el juego a este aparato.

Para José Amador, vendedor de paquetes turísticos, sin el celular su negocio no existiría.

Según un estudio efectuado en Colombia por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), la producción de los trabajadores ha crecido considerablemente.

Martin Cooper, inventor del teléfono celular, manifestó a Al Día que hoy existen negocios que no serían tan exitosos sin la telefonía móvil. “No hay duda de que mejora los negocios. Es imposible que un taxista trabaje sin alguna especie de comunicación”, señaló.

En Costa Rica, 43 de cada 100 personas posee un aparato celular y se estima que para el 2010 aumentará a 61 por cada 100.

Algunos son totalmente dependientes de este aparato portátil. Billy Quirós, mecánico de Guadalupe, se cuenta entre estos últimos pues ni siquiera tiene un teléfono fijo en su trabajo.

“Me llaman personas para sacar citas o gente que no conozco y quiere que les revise el carro. También hago todos los pedidos de repuestos por teléfono. Gasto entre ¢25 mil y ¢30 mil mensuales”, confesó.

Pellizcados

Los usuarios opinan que la producción gracias al uso del celular podría, en algunos casos, representar hasta un 30 por ciento más, como comentó Guillermo Santamaría, dueño de un salón de belleza. “Uno puede estar trabajando y contestar, a la vez, una llamada para confirmar una cita o cancelar otra. Un día sin el celular sería problemático... Es mejor no olvidarlo”, dijo.

Conectada con todo el mundo

María Luisa Ávila, ministra de Salud, reconoce que, como funcionaria pública, necesita el celular. “A uno tienen que contactarlo rápido, y así se facilita. El sistema ‘roaming’ (para llamar y recibir llamadas del extranjero) es excelente”, indicó. Entre los muchos usos que le da están el girar instrucciones precisas, contestar mensajes de texto y correos electrónicos.

Más clientes para el salón de belleza

Guillermo Santamaría, dueño de los salones de Belleza San Sebastián 1 y 2, reconoce que su productividad ha aumentado entre un 25 y un 30 por ciento desde que utiliza el teléfono celular como herramienta de trabajo.

“Para nosotros es importantísimo. Muchas personas me llaman para concertar una cita. También para cancelar o avisar cuando van a llega tarde”. El estilista aseveró que hasta los pedidos de productos los hace desde el celular.

Taxista localizable a toda hora

El taxista Martín Rivera es uno de los muchos cuyo teléfono es herramienta útil para estar localizable.

“Si lo dejo olvidado, que ya me ha pasado, contacto a otro compañero para que me preste uno y aviso (a los clientes) que ya voy en camino”.

Rivera no trabaja con ninguna cooperativa, es su propio patrón. “Sirve para localizar a las personas más rápido. Pero creo que podría trabajar sin él, en caso de que llegue a dejarlo olvidado. Uno se acostumbra”.

¡Qué haría si no lo tuviera a mano!

¿Se imagina un día sin celular? José Amador, agente de ventas, no quiere ni pensarlo.

“Cuando he andado sin él, porque lo olvidé o me lo han robado, estoy seguro de que perdí, al menos, un cliente. Uno siente la necesidad de reponerlo rápidamente”.

Reconoce que sin el aparato su negocio no existiría.

“Es mi principal herramienta junto con el auto. Uno anda en la calle, por eso, para mí es indispensable”, dice.