Lázaro Malvarez

Los diez asaltos de duro bregar y el triunfo ante el panameño Luis Andrés Pineda ya son historia para la máxima esperanza del boxeo costarricense, Carl Davies, quien después de un merecido descanso deberá retomar el camino a la disputa de un título mundial.

Los pesos completos carecen de boxeadores de la calidad de Myke Tyson, Lennox Lewis, Riddick Bowe y Evander Holyfield, algunos de los campeones más recientes, porque a la par de lo que hoy tenemos, Muhammad Ali o Classius Clay (como quiera llamarle), Joe Frazier y George Foreman son boxeadores de otra galaxia. La escuela soviética con Wladimir Klitschko, Ruslán Chagaev y Nikolai Valuev a la cabeza dominan, pero no convencen y mucho menos gustan, una razón que tiene al boxeo profesional en una crisis. Así, Davies se abre paso hacia la disputa de un cetro mundial, pero aún le falta. Necesita golpear más seguido, usar más su mano derecha y volver a la agresividad que le vimos antes. Por supuesto, el tiempo pasa y rivales como Kelvin Davis y Pineda nos han mostrado otra faceta: la valentía de Carl, pues estos hombres lo han golpeado fuerte y no ha dado marcha atrás.

Davis y Pineda no son pesos completos naturales, como los que encontrará el costarricense en el camino hacia un título mundial, pero va bien y su mancuerna con el técnico Rigoberto Garibaldi parece funcionar. Y Garibaldi alaba el potencial de su alumno en Costa Rica y Panamá, país que en materia boxística “no come cuento”.

Davies disfruta de su victoria número 25 como profesional y si todo marcha conforme lo previsto, volverá a pelear en mayo o junio y ante un rival europeo, lo que nos permitirá ver el progreso de nuestro campeón.