Amstetten (Austria) / EFE y DPA.- El estado de salud y su inclinación a llorar eran los criterios por los cuales el violador austríaco Josef Fritzl escogió a tres de los seis hijos que tuvo con su hija, Elisabeth, para adoptarlos junto con su esposa.

Así lo afirmó ayer Leopold Etz, inspector de la oficina regional contra el Crimen de Baja Austria, con base en los primeros interrogatorios de Fritzl, quien mantuvo encerrada en un sótano a su hija y tuvo con ella siete hijos, uno de los cuales murió.

Según Etz, el destino de los tres niños más tranquilos fue permanecer con su madre en el sótano.

Estos niños crecieron en la casa familiar como si fueran nietos y luego fueron adoptados por Fritzl y su esposa Rosmarie, quien al parecer no sabía nada de los crímenes cometidos.

Y mientras que los tres menores disfrutaron de una educación ejemplar, incluyendo instrucción musical y deportiva, los otros tres hermanos permanecieron en el calabozo de unos 60 metros cuadrados y 1,70 metros de altura.

Pruebas confirman

La pruebas de ADN confirmaron que Josef Fritzl es el padre de los seis hijos fruto de las violaciones de su hija Elisabeth, que hoy tiene 42 años, según anunciaron ayer las autoridades locales.

“Los hijos de Elisabeth Fritzl nacidos en cautiverio tienen como padre a su propio padre, Josef Fritzl”, dijo en rueda de prensa Franz Polzer, responsable de la oficina regional contra el Delito de Baja Austria.

El funcionario agregó que las pruebas determinaron que una reciente carta, supuestamente enviada por la hija, en la que anuncia su pronto retorno al hogar, junto a dos de sus hijos, de cinco y 18 años, fue escrita por el propio Josef Fritzl.

Luego de su declaración el acusado fue puesto a disposición de las autoridades que solicitaron prisión preventiva, que sería de un período inicial de 14 días, dijo el portavoz de la Fiscalía.

Estudian las dos caras del loco Fritzl

El psiquiatra austríaco Reinhard Haller dijo que Fritzl debe haber enloquecido y haberse creído superior a otros. El hombre de 73 años, parece haber sido motivado por un profundo narcisismo y la necesidad de ejercer poder sobre otras personas.

Para la psiquiatra forense, Sigrun Rossmanith, Josef Fritzl básicamente tenía dos personalidades: La oculta y la que exhibía todos los días ante el público.

Mientras los expertos determinan por qué el anciano actuó de esa manera, miembros de la familia Fritzl tuvieron una asombrosa reunión en una clínica donde están recibiendo asesoramiento psiquiátrico, dijeron ayer las autoridades.

Elisabeth Fritzl, la mayoría de los niños y su madre, se reunieron el domingo en la mañana en la clínica donde estaban recibiendo tratamiento psiquiátrico. Fue asombroso cómo la madre y la abuela se reunieron, dijo el director de la clínica Berthold Kepplinger.

Agregó que la familia interactuó con mucha naturalidad, aún cuando los tres niños que vivían con sus abuelos nunca se encontraron con los hermanos que habitaban en el sótano.