Antonio Alfaro, enviado
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En ocasiones da gusto equivocarse: esta vez, sería una de esas. Si Pachuca logró en el Saprissa un juego de tú a tú, incluso con algunos tramos como dueño de la pelota (¡Ahí está el detalle!, diría Cantinflas), imagino que la fuerza de su casa podría alcanzarle para marcar la diferencia. Imagino y supongo, aunque el fútbol no es de suposiciones.

El partido que se juega antes (en los comentarios y los pronósticos), muchas veces no coincide con el que se juega durante (en los 90 minutos). Suceda lo que suceda, déjenos acompañarlo con la transmisión del partido en vivo (por los 90,7 de Ovación) y servirle mañana el desayuno con detalles y reacciones en las páginas de Al Día. Estamos aquí por usted, el aficionado que vive la pasión del fútbol. Estamos en Pachuca, un rincón de contrastes: un club grande y una ciudad humilde.

Está rodeada de humildes casas. De ellas saldrán los 25 mil aficionados que podría llenar el estadio de Hidalgo. Ellos, confían en su equipo. La razón, me dice que Pachuca es favorito. Ojalá me equivoque.