Alexander Aguilar
aleaguilar@aldia.co.cr

Alajuela. La visita de Liberia al Morera Soto fue una mezcla de sentimientos para los pamperos Víctor “Mambo” Núñez y Harold Wallace, quienes no hace mucho eran consentidos de la afición rojinegra, que ayer los recibió con un gran concierto de silbidos y con gritos a todo galillo de “Judas, Judas, Judas”.

“Los aficionados estaban silbando mucho y la única manera de que se callaran un poquito era haciendo goles y eso fue lo que hice”, dijo Núñez al finalizar elpartido.

“El Mambo” fue el blanco de la afición manuda y no más a los 10 segundos de iniciado el partido se llevó la primera silbatina, pero pronto llegó su recompensa. “Cuando se hacen goles importantes uno celebra mucho, pero a esta gente le tengo mucho cariño, aunque sé que se metieron bastante conmigo”, agregó Víctor. “Esos silbidos los tomé como aplausos para hacer grandes cosas. Que sepan que yo no estoy luchando por ellos, estoy luchando por mi familia, que es lo primero que hay en mi vida”.

Con Wallace se metieron, pero no tan fuerte. “Víctor es el de los goles y por eso le silbaron más, pero son cosas del fútbol, hay que entenderlas”, señaló Harold.

“No faltó uno que otro madrazo”

Harold Wallace. Liberia

“A esta institución de Alajuelense le tengo gran cariño, pero me tocó esta primera vez de venir aquí con otra camiseta. Fue una situación que por primera ocasión me toca vivir en toda mi carrera.

Siento que la mayoría de la gente y los excompañeros se comportaron a la altura y lo mejor es que hubo un buen partido. La gente tal vez no se metió tanto conmigo, porque estuve en la Liga muchísimos años y eso lo valoran.

Eso sí, no faltó uno que otro que me mandó un madrazo, pero eso siempre pasa en todos los estadios. La verdad es que fue un partido muy especial, pero no dejó de ser un juego complicado”.