Beijing AP, DPA y AFP. - Confirmado: para ganar por primera vez el oro olímpico de fútbol, Brasil tendrá que vencer primero a la selección de Argentina en un partido que catalogan como una final adelantada.

El escenario quedó preparado para un duelo de alto voltaje entre los dos grandes rivales sudamericanos, luego de que ayer Brasil derrotara 2-0 a Camerún y Argentina despachara 2-1 a Holanda, en reñidos partidos que se definieron en tiempo extra.

Ambas selecciones sufrieron más de lo esperado para sortear los cuartos de final y toparse ahora frente a frente.

“Va a ser un clásico”, pronosticó el director técnico argentino Sergio Batista.

Agregó que “a Brasil lo respetamos mucho como ellos nos respetan a nosotros. Los vamos a ver por vídeos para ver cómo juega (la selección verdeamarela)”.

Los “canarinhos”, que buscan de una vez por todas ganar el ansiado oro que le hace falta a su extenso palmarés, y albicelestes, que defienden el título de Atenas 2004, chocarán el martes en Beijing en lo que se espera que sea un duelo entre los excompañeros del Barcelona, Lionel Messi y Ronaldinho.

“Hay que respetar a Brasil por lo que es, pero tenemos la confianza de ganar la medalla de oro”, mencionó optimista el estratega de la representación albiceleste.

Argentinos y brasileños son los únicos equipos que han ganado los cuatro partidos que llevan jugados en las Olimpiadas.

“Avanzamos a la siguiente fase y ahora estamos listos y preparados pensando en el futuro”, aseguro el volante brasileño Diego.

“Ahora no importa el que venga. Respetamos a todos los adversarios independiente del nombre y solo pensamos seguir jugando como lo hemos hecho”, agregó el jugador de Werder Bremen.

Y es que los cariocas no solo han logrado llevarse la victoria en los choques que han disputado en estos Juegos Olímpicos de Beijing 2008, sino que también han conseguido mantener su portería invicta.

El guardameta Renán no sabe aún que es que le anoten en las justas desarrolladas en China. Afirmó que “Brasil está con la frente en alto” esperando seguir con su arco en cero y ser una muralla infranqueable para los delanteros argentinos.