Allan Andino
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El rompope, las uvas, el olor a ciprés y el sonido de los villancicos son elementos básicos que no pueden faltar en el mes de la Navidad.

Por eso para ambientar estas fiestas, tres hermosas y pícaras colachitas bajaron de su trineo y compartieron lo bueno que les dejó este año, y hasta la desilusión que sintieron de niñas al enterarse que Santa Claus no existía.

Nicole Carboni es la cumiche del trío y la titular en los desfiles de Amanda Moda. Para ella el 2008 fue muy provechoso, tanto en el modelaje como en lo deportivo.

La rubia, de 17 años, representó a los ticos en los Juegos Centroamericanos en Honduras y ganó medalla de oro en salto triple.

Una anécdota que no olvida de esta época, fue cuando se le vino encima el árbol navideño.

“Estaba jugando con mi hermana y se nos cayó el árbol, todos los adornos se quebraron”, contó entre risas Carboni.

La miss Costa Rica María Teresa Rodríguez, sufrió cuando su mamá le explicó que San Nicolás no era lo que creía.

“Tenía 9 años y fue el trauma de mi vida. Siempre me mandaban a dormir temprano y yo dejaba la sala preparada con galletas, leche y hasta zanahorias para los renos. Al día siguiente no había nada y pensé que se lo habían comido. Fue difícil saber que no existía”, dice la reina.

Este año fue muy especial para la alajuelense y en Miss Universo aprendió a moldear su orgullo. “Me enseñó mucho, ha sido mi primera derrota en un concurso. Aprendí a tragarme las lágrimas y a dar la cara”, dijo.

Por último Natalia Salas, modelo y representante nacional en varios certámenes, también afirma haber sido fiel creyente de Colacho. “Fue la Navidad más triste, tenía seis años y me lo dijo una compañera del kínder. Me levanté a medianoche para comprobarlo y escuché a mis papás envolviendo los regalos. Me mataron la ilusión por completo”, recordó.