Así es la vida

Los ticos de vacaciones nos sorprenden

Finalizada la fiesta de fin de año, entra el verano, que, por cierto, en el 2008 ha sido atípico, con frío y vientos de antología.

Lo anterior no impide que inundemos nuestras playas y otros lugares donde podemos disfrutar del sol y liberarnos de la cotidianidad.

No obstante, hay turistas de turistas. Personas cuyo comportamiento cambia radicalmente nada más poner un pie en la arena. Por eso, hoy vamos a analizar algunos de estos casos.

El tapis: Es aquel que, para irse de vacaciones, no se monta en el bus sino en la carreta. Pasará en estado etílico todas las vacaciones y, probablemente, no recuerde de este paseo más que la tremenda “juma” que se pegó.

Aceptémoslo, es un turista muy divertido, el blanco de las bromas de toda la excursión. Le pintarán la cara mientras duerme, le tomarán fotografías cuando esté inconsciente en la playa y será motivo de mil simpáticas anécdotas.

El de la moda furris: Si usted ve a este tipo en el trabajo, notará que viste de manera adecuada, pero ay de él si se va de vacaciones, porque, en ese momento, va a perder toda la elegancia. Lo verá aparecer en la playa sin camisa mostrando su pancilla birrera, con fuerte pantaloneta tipo futbolista de los años 70, con medias blancas y zapatos de vestir negros.

Está también el que no usa zapatos, pero lo veremos aparecer en la playa con los pies entalcados.