Tras 30 años de silencio expúgil narra por primera vez su historia en EE.UU

Isaac Marín, con éxito gana la pelea de su vida

Al colgar los guantes, aprendió el oficio de la construcción, una pasión con la que sacó adelante a su familia

José Isaac Marín, el legendario peso ligero, disfruta hoy del éxito que le deparó el mejor combate de su vida, una pelea iniciada después de una sobresaliente carrera boxística enmarcada entre los años 60 y 70.

Hoy, al cabo de 30 años de silencio, reaparece –por primera vez– con la misma humildad, calidez humana y alegría que, unidas a sus cualidades atléticas, lo convirtieron en aquel ídolo que llenaba el Gimnasio Nacional donde retumbaba el : “Marín... Marín... Marín”.

¿Hace cuántos años emigró a los Estados Unidos?

Voté en las elecciones de 1978 y viajé a la gran pelea de mi vida: sacar a mi familia adelante.

¿Está casado?

¡Claro, con María Elena Jiménez Marín, desde hace 34 años! Antes, muy joven, estuve casado con María Isabel Soto

¿Tiene hijos?

Sí, tres. Yehudy, José Isaac y Erick, de 39, 29 y 28 años. Yehudy, es de mi primer matrimonio.

¿Dónde vive?

En Hawthorne, un barrio situado a cinco minutos del aeropuerto de Los Angeles, California.

¿Cómo se gana la vida?

Gracias al boxeo conocí el oficio y el negocio de la construcción, mi gran pasión y con la cual pude educar a mis hijos .

¿A qué se dedica?

Tengo una empresa que remodela casas y edificios. Me preparé, saqué la licencia, trabajé duro y hoy, gracias a Dios, disfruto de una buena reputación

¿Alguna obra o cliente en particular?

Uff, han sido tantos años de trabajos y contratos. Bueno, tal vez las casas de Steven Spilberg, en Trancas Malibú; o la del machillo (David Soul) de Starky y Hutch en Beverly Hills.

¿A qué se dedica su esposa?

Ella me ayuda con la contabilidad y es maestra bilingüe.

¿Y sus hijos?

Son profesionales. Yeudy (nacido en Costa Rica y veterano de la guerra del Golfo) es gerente en una línea aérea. José es administrador de empresas y chef internacional y Erick es abogado de Tulane y de la universidad de Boston.

¿Tiene nietos?

Sí, cuatro, todos de Yeudy y su esposa nicaragüese.

¿Dónde se jubilará, en Estados Unidos o aquí?

A los 62 años aún no me veo pensionado, pero creo que será allá.

¿Qué añora de Costa Rica?

La tranquilidad. ¡Cuanta violencia! Antes todos éramos amigos. Nos ayudábamos y nos protegiamos. Hay otra cosa igual de preocupante: vendimos el país. Hace dos años fui a Tamarindo para buscar un lotecido... imposible, está lleno de extranjeros.

¿Le dejó el boxeo secuelas?

Me siento bien pero últimamente me tiembla la mano izquierda. Mi esposa me recomendó exámenes para ver si era mal de Parkinson. El doctor aclaró que era por tener los tendones atrofiados por tanto “jabs” lanzados.

¿Cual fue su mejor bolsa?

Unos $8.000 cuando pelee contra Ricardo Arredondo por el título mundial el 22 de enero del 1972.

¿Qué le dejó el boxeo?

La casita de mi madrecita y tres bares (Ring Side, de Campana a Campana y Guantes de oro), que fue mi peor negocio. Hoy creo que debí haber abierto un gimnasio para ayudar a que los niños fueran más sanos y que al mismo tiempo aprendieran defensa personal.

¿Le ofrecieron dinero por dejarse ganar?

Sí, cuando pelee contra Ramiro “Clay” Bolaños, en Quito, Ecuador. Me ofrecieron $1.500. ¡No acepté! Perdí por decisión.

¿Cómo ve el boxeo actual?

Mucho negocio.

¿Ha oído sobre Carl Davis?

Sí, lo que me dicen es que comenzó muy tarde. Sin embargo, si es responsable y se cuida tal vez algo consiga.Yo podría ayudarle porque allá tengo contactos.

Trayectoria Una de sus mejores peleas fue en noviembre de 1970 con el panameño Antonio Amaya, en el Gimnasio Nacional. Inicios Como púgil aficionado hizo 32 peleas con igual número de victorias.En 1968 formó parte de la Selección Nacional a los Juegos Olímpicos México 68. Fue el primer púgil tico que pasó a la ronda de semifinales. Profesional En 1968 incursiona en la rama profesional. Luego de no menos de una docena de combates, emigra a Nueva York, Estados Unidos, donde forja las bases de su profesionalismo. Al país regresa en octubre de 1970 para pelear con “Mochila” Herrera, a quien vence en el primer asalto. Nace un ídolo M arín se afianza como un ídolo tras su pelea contra el panameño Antonio Amaya, a quien consideraban el púgil más rápido del mundo. Aunque el tico perdió, demostró un coraje sobrenatural que le proporcionó el carisma que nunca perdería. Logros Marín fue Campeón Nacional en aficionado y profesional. Además, monarca Centroamericano. Ocupó el segundo y cuarto lugar en el Consejo Mundial de Boxeo y en la Asociación Mundial de Boxeo, respectivamente. Uno de sus últimos combates en Costa Rica fue contra Gustavo Fariñas a quien derrotó por puntos. Sueño truncado El 29 de enero de 1972, en el estadio de Heredia, disputó el título mundial ligero junior contra el mexicano Ricardo Arredondo, pelea que perdió por decisión al final de los 15 asaltos. Historial José Isaac Marín, según documentos en poder del púgil, habría disputado un total de 72 peleas de las cuales ganó 44, perdió 27 y con solo un empate. Entre sus peleas más memorables estuvieron las realizadas contra Amaya, Arredondo, Alfonso “Pepermint Fraizer, Leo Campbell, Francisco “Toro” Coronado y los nacionales Víctor Rodrigo y Alvaro Rojas.