Roberto Acosta, corresponsal
Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr

Golfito - Con la petición de que por favor les proporcionen chalecos antibalas a sus empleados, el padre de Gilberto Chévez Tijerino, guarda asesinado anteayer en la bomba Tournón, expresó su dolor cuando enterraban a su hijo ayer al mediodía en Río Claro.

“Lo que hace falta es aplicar la ley de forma más fuerte. No puede ser que el delincuente dispare primero y cause para siempre el dolor en una familia”, aseguró muy dolido, Gregorio Chévez.

La víctima tenía un año de casada y su mujer contaba con ocho meses de embarazo.

En medio de cánticos, allegados, familiares y amigos le dieron el último adiós a Gilberto, quien falleció en el hospital Calderón Guardia luego de que recibió un balazo en el pecho. Además de su vida, le robaron una escopeta 12.

Una fuente ligada al caso comentó ayer que, de momento, no se tienen pistas de los tres homicidas, quienes huyeron en un automóvil Hyundai blanco.

Tras el crimen, los sospechosos visitaron otra estación de servicio, donde robaron aceites y un monto cercano a los ¢100 mil.