Londres/DPA. La final de Wimbledon vivirá hoy una nueva versión del clásico del tenis moderno. El suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal se enfrentarán por tercera vez sobre la hierba del All England Club, donde nada parece estar tan claro como antes.

Federer, número uno del mundo, lleva 65 partidos consecutivos ganando sobre césped y aspira a lograr su sexto título consecutivo en la catedral del tenis, donde los dos últimos venció precisamente al español.

Sin embargo, si hay alguien capaz de terminar con la impresionante racha del suizo, que aspira a acercarse a un solo paso del récord de siete títulos de Pete Sampras, ese es el número dos del mundo, su gran rival y líder hasta el momento de la Carrera de Campeones.

“Nadal está jugando su mejor tenis y puede lograrlo. Pero si no es este año, será al otro o al siguiente, lo que es seguro es que ganará aquí”, dijo el extenista Manolo Santana.

El legendario jugador sueco Bjorn Borg también cree que Nadal ganará algún día en Londres, pero de momento apuesta por Federer tras un cambio de opinión de última hora.

“Escogí a Nadal por escoger a alguien diferente”, dijo el sueco, que antes de iniciarse el torneo señaló al español como el favorito. “Nadal mejoró su juego respecto al año pasado, pero si Roger juega como lo hizo en semifinales será difícil de ganar”.

Federer no perdió ni un sólo set durante el torneo y recuperó ronda a ronda una confianza que parecía maltrecha tras la paliza que recibió en la final de Roland Garros ante el español.

“No me descarten tan rápido”, dijo el suizo cuando se le advirtió sobre lo cerca que parecía Nadal en esta ocasión.

De hecho, el español ya estuvo cerca, muy cerca, de levantar el trofeo el año pasado, cuando cayó en el último partido por 7-6 (9-7), 4-6, 7-6 (7-3), 2-6 y 6-2.

“No soy el favorito”, expresó Nadal con el semblante serio, con un gesto de tensión que apenas había mostrado en las dos semanas anteriores.

“Para ganar tendré que hacer un partido prácticamente perfecto”, añadió.

Si lo logra, el circuito podría dar un giro brusco. El español, quien tiene cuatro títulos de Roland Garros, admitió que vencer en Londres sería la victoria más importante de su carrera, un triunfo que lo acercaría más que nunca a un número uno que ansía con todas sus fuerzas.