Allan Andino
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La vida de muchos pesos pesados de la música es como una montaña rusa, cuando parece que están en lo más alto de su carrera, se van de picada y terminan hundidos en las drogas, el alcohol y otros vicios.

El último gran escándalo lo acaparó la cantante británica Amy Winehouse, la sensación del soul, quien hace un par de semanas salió de un hospital en Londres por problemas en sus pulmones.

Su adicción a la cocaína y al tabaco es tal, que inclusive saliendo del centro médico, las cámaras la captaron justo en el momento en que encendía un cigarrillo. ¡Vaya recuperación!

“Los médicos le han dicho que si vuelve a fumar drogas, eso no sólo arruinará su voz, sino que la matará a ella”, señaló su padre Mitch Winehouse, a la BBC.

Ella parece ser “la próxima víctima” , según los resultados de un estudio que elaboró la Universidad John Moores en Liverpool, que afirma que las estrellas de la música son el doble de propensas a morir de forma prematura, comparadas con la población general.

Se dice que parte del problema es vivir con el estrés de la fama, según explicó el creador de la investigación, Mark Bellis.

Para esto se recopilaron datos de 1.064 artistas de Norteamérica y Europa, que alcanzaron su notoriedad entre 1956 y 2005.

En ese lapso de tiempo murieron 100 artistas, y más de uno de cada cuatro a causa de problemas con el alcohol o las drogas, se cita en los resultados.

Elvis Presley, Jimmy Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain, forman parte de esas luminarias que dejaron huella, sin embargo, en ese ambiente del estrellato salieron raspados por las sustancias ilegales.

Cuatro de ellos, Hendrix, Morrison, Joplin y Cobain, fallecieron a la edad de 27 años, y Winehouse, ganadora de cinco premios Grammy, podría sumarse a la lista si continúa por el camino de la adicción.

Su padre sigue preocupado porque dice que los “amigos” son una mala influencia, y le ha pedido a estos que se alejen de la artista.

Esas amistades son catalogadas de dos formas, las del mal, donde figuran un exvecino y su estilista Alex Foden, arrestado junto a ella y su marido, Blake Fielder-Civil, en Noruega, por posesión de marihuana, y las del bien, como Kelly Osbourne, hija de Ozzy Osbourne.

La intérprete de “Rehab” retornó a los escenarios hace nueve días en el concierto tributo a Nelson Mandela, y se le notó recuperada, llena de energía y fascinando a 45 mil almas, pero ¿podemos creérle?

Se tambalea una grande

El pasado 31 de mayo en el concierto “Rock in Río-Lisboa”, Amy WineHouse arrancó su “show” luego de una hora de retraso y en un evidente estado de embriaguez.

En su última recaída se le diagnosticaron síntomas cercanos de lo que podría convertirse en un enfisema pulmonar. Todo esto como producto de fumar tabaco y crack, un derivado de la cocaína. Los médicos le advirtieron que si no deja las drogas deberá usar una máscarilla de oxígeno.

En la pasada entrega de los premios Grammy, ganó 5 de las 6 postulaciones con su disco “Back to black”. No pudo asistir a la gala porque los Estados Unidos le negó la visa debido a sus problemas.

Sus presentaciones se reanudaron el 27 y 29 de junio en el festival de Glastonbury, en Londres, donde cantó un par de temas por el 90 cumpleaños del líder sudafricano Nelson Mandela.

El 27 de junio estuvo en “Rock in Río-Madrid”, junto a otros artistas.