Isaac Lobo
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Stephani Rojas se tomó muy en serio su participación en el Miss Hooters 2008, cuya final será mañana por la noche en Miami, Florida (EE. UU.).

La joven josefina gastó unos ¢2,8 millones en preparación, que incluyó implantes de seno y vestidos de gala, pues quiere ser una digna retadora de las aspirantes de todo el mundo.

A Rojas la encontramos hace una semana en el hotel Fiesta de Puntarenas, donde se fue con su familia para obtener un color canela que la hiciera más tentadora a los puntos de los jueces.

En estos momentos, ella se encuentra en Miami, ultimando lo que será una de las experiencias más lindas de su vida. La joven viajó el miércoles pasado.

¿Qué pasa por su mente en estos momentos?

Estoy tranquila, hace unas semanas me había dado mucha ansiedad, pero poco a poco conforme se acerca la noche final se me están quitando los nervios, pues lo tomo como una linda experiencia.

¿Por qué se fue para Puntarenas?

Quería relajarme con mi familia y de paso agarrar más colorcito, para que vean el sabor que podemos mostrar las latinas.

¿Cómo le va en Miami?

Desde que llegué empecé con los ensayos y a conocer a todas las demás participantes que este año rompieron marca de participación. Son muchachas muy lindas y simpáticas.

¿Cuántas aspirantes son?

Somos 139 muchachas, imagínese que vienen chicas de todo el mundo, por ejemplo de Turquía y de Alemania.

¿Con quién viajó?

Solita, pero mi mamá y mi hermano llegarán el martes (hoy) para acompañarme y de paso quedarnos de vacaciones.

¿Qué ha tenido que comprar?

De todo, compré tres vestidos de gala, y dos de cóctel. El vestido de gala es bellísimo, es verde con la espalda descubierta y con pedrería. También adquirí alrededor de cinco vestidos de baño, así como zapatos que combinan.

¿Cuánto invirtió?

Casi el millón de colones en vestidos, más los $3.500 (¢1,8 millones) que me costaron los nuevos implantes de seno. También compré maquillaje.