Esteban Rojas Sáurez
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Una fuga en la tubería del acueducto de Orosi, en Coris de Cartago, provocó pérdidas millonarias a pequeños comercios, trastornó la vida de unas 500 mil personas y dejó al descubierto la vulnerabilidad del sistema de bombeo de agua a numerosas comunidades del Valle Central.

El problema se presentó cuando el terreno que estaba sobre la tubería sufrió un deslizamiento, lo que produjo una fisura de 40 centímetros de largo, lo que ameritó el cambio del tubo en un segmento de 1,5 metros de largo.

El subgerente del AyA, Guillermo Arce, explicó que el daño causado fue reparado y que el agua llegó ayer al 98 por ciento de los sitios afectados.

“El problema del tubo se resolvió desde el domingo a las 2 a.m. y luego inició el proceso de potabilización del agua y la distribución del líquido”, aseguró Arce.

Sin embargo, durante el fin de semana sodas, restaurantes, pescaderías y carnicerías, tuvieron serias pérdidas económicas.

Giovanny Rivera, dueño de la soda “Fo” en el centro de Coronado, sólo pudo abrir por algunas horas, al igual que Alcides Quirós, de la pescadería San Isidro.

En San Miguel de Desamparados, las familias esperaron por muchas horas los camiones cisterna, mientras que otros se la jugaron con agua de lluvia.

“La lluvia nos dio agua para lavar los platos, pero compramos botellas para tomar”, recordó Karla Chacón, de San Pedro.

El domingo en Los Guido, un grupo de vecinos aprovechó que se rompió una tubería para bañarse en la acera.

La emergencia provocó que el AyA dejara de percibir cerca de ¢120 millones por facturación.

Sistema vulnerable

El sistema de distribución de agua potable es vulnerable debido a que un solo tubo, de cerca de un metro de diámetro, transporta gran cantidad de agua desde Orosi, hasta el Valle Central.

Esta tubería moviliza 2.100 litro de agua por segundo.

Otros sistemas traen el preciado líquido a la capital desde Puente de Mulas, río Tiribí, La Valencia y la Planta de Guadalupe.

El presidente ejecutivo de la institución, Ricardo Sancho, señaló que la entidad cuenta con un protocolo de emergencias, lo que permitió “realizar reconexiones de otros sistemas y se repartió el agua con camiones cisterna”.

Según Sancho, en los momentos en los que se había informado que se restablecería el servicio fue porque se tenía certeza.

“No fue una burla para las personas, la condiciones del tiempo provocaron acontecimientos externos, el agua no es como la luz, el líquido se tenía que trasladar 45 kilómetros”, afirmó ayer.

Preocupados

Francisco Núñez.

Francisco Núñez, Cartago.

Esperamos que en el futuro no pase nada igual, no hay nada peor que estar sin agua”.

Lilliam Piedra, Coronado.

Los tres días pasé juntando agua en la casa para poder hacer todo, la comida y lavar los platos”.

María Vega, Coronado.

Durante el fin de semana salimos a comprar botellas de agua, para poder tomar”.