Alejandro Oviedo Sancho
aoviedo@aldia.co.cr

El Saprissa puso de moda la gramilla sintética en el 2004.

Ahora, cuatro años después, otros clubes de primera división quieren imitar a los morados. El último ejemplo fue Brujas, que el domingo la inauguró en el estadio Cuty Monge.

Ahora bien, ¿qué opinan los especialistas en la materia sobre esta “nueva moda”?

“Como el césped natural no hay. Pero para que un campo como éste se encuentre en buenas condiciones, se debe utilizar 52 veces al año”, afirmó Daniel Montoya, gerente de Césped Proal.

“Para un fútbol como el nuestro, donde las canchas se usan a diario, la mejor opción es el terreno sintético”, dijo Montoya.

Pero en el césped artificial hay algunos aspectos donde no es tan favorable para los atletas, comentó el kinesiólogo mundialista Marcelo Betancourt.

“Las canchas sintéticas traen al jugador problemas en las rodillas, pero esto depende de la calidad del paño. Cuanto más malo el estado de la gramilla, más duro es el impacto al correr”, aseguró Betancourt.

“Otro problema importante es la cantidad de calor que guarda este tipo de gramilla (sintética), porque les causa a los jugadores ampollas en los pies”, concluyó Marcelo Betancourt.

Lo bueno

1 Clima. Mientras se le dé un buen mantenimiento, la condición del clima no es para preocuparse. Aunque llueva mucho, se juega.

2 Economía. La primera inversión es bastante cara, pero el mantenimiento que se le da no es tan alto como el de una cancha natural.

3 Planimetría. Es uno de los aspectos importantes, porque una cancha artificial no se deforma tan rápido como una natural.

Lo malo

1 Impacto. El golpe que causa en las rodillas una cancha con césped artificial, puede causar problemas importantes en el deportista.

2 Calor. La gramilla sintética absorbe más calor que una natural, lo cual causa ampollas en los pies del jugador.

3 Mucho cuidado. El césped sintético causa mayores quemaduras en el jugador cuando se barre, que el césped natural.