Christian Campos, corresponsal y Rodolfo Martín
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Carrillo, Guanacaste. - Ni la súplica de su madre que le imploraba no salir ese día, ni el ver a su hermano menor, ensangrentado tan solo tres noches antes, a causa de una riña donde lo machetearon, evitaron que Deybi Mauricio Gómez Dinarte, de 23 años, fuera a montar el sábado anterior.

La “cazada” estaba pactada y había que honrarla. Si le obedecía a su madre. Guiselle Dinarte, quedaría como un montador miedoso y eso, en el linaje de los “Perro Macho” –como se les conoce a los de su familia–, es impensable. La tradición que una vez, dejaron los primos, Santos y “Cocho” Gómez, es para respetarse, y Deybi, de la nueva generación no podía traicionarla.

Es así como el sábado, salió de su casa, en Esquipulas de Santa Cruz hacia la finca “Pollito Muerto” en Liberia. Todo estaba listo. Hombre contra bestia. Bestia contra hombre.

Mal día

La fiesta taurina inició el mediodía pero a las 5:30 p.m. paramédicos de la Cruz Roja, ingresaban a Gómez con urgencia al hospital de Liberia... había recibido una cornada del toro que le perforó la garganta y le comprometió su sistema respiratorio. Lo operaron en el acto. Horas antes era atendido dentro del ruedo por hombres con botas. “El paciente se halla estable. Le suturaron lesiones en el esófago y la tráquea. El viernes volverá a ser operado”, expresó ayer el Dr. Manuel Arguello, de la Unidad de Cuidados Intensivos.

Al preguntarle al montador herido si volvería a montar, respondió con la cabeza que sí y, al repreguntarle si lo haría en un recuperado “Malacrianza”, volvió a contestar afirmativamente y con una muy leve sonrisa: un típico “Perro Macho”.

Atención permanente

Bernal lloa, enfermero.

La observación es permanente las 24 horas al día. Le suministramos un analgésico que se llama ‘Fentanil’”.

Mercedes Carrillo, enfermera.

El se mantiene consciente. No puede hablar, cuando hemos tenido que preguntarle algo contesta con la cabeza”.