Neyssa Calvo Achoy
Pensar en el último día de nuestras vidas puede resultar para muchos un tema que prefieren ni tocar. Sin embargo, para otros puede ser un buen momento para “tirar la casa por la ventana” y darse un verdadero gustazo en la mesa antes de que la pelona toque a la puerta. Y es que para agarrarle ese saborcito y disfrutar la última cena al 100 por ciento, lo mejor es no pensar en la “señora pelona” y sí en abrir la cartilla y traer el placer de la buena cuchara.
Un placer que debe venir acompañado no solo de una buena sazón, sino también de la mejor compañía, y el mejor lugar, pues ahí usted se debe sentir como un verdadero rey.
Precisamente, VIP puso a pensar a nueve maestros en la cocina sobre qué manjares traerían a su mesa si esa fuera la última cena.
Sonrieron y sacaron el mantel.
Fotos: Alexánder Otárola, Rafael Pacheco, José Rivera, Róger Benavides, Meylin Aguilera y cortesía Revista Sabores e Iván Segura. Productor: Jorge Marinero.
Lorena Velázquez
7 años de carrera
¿Qué elementos tendría su menú?
Cómo yo estudié en Francia me gustaría que el banquete tenga sello francés. Tiene que ser algo especial con carisma, picardía y pasión. Así que escogería primero unas bocas de hígado de pato, una ensalada con queso de cabra, una sopa de cebolla francesa. Y como soy carnívora quiero un trozo de res, que tenga personalidad, es decir, un sabor espectacular. Por último, el postre debe ser apasionado con chocolate porque me encanta.
¿Quién cocinaría?
Dos de los mejores chefs de Francia, Paul Bocuse y Joel Robuchon.
¿Y la acompañarían?
Mi familia: mis dos hijos Sebastián y Felipe, mi esposo Álvaro, mis papás y hermanas.
¿Qué vestiría ?
¡Ah, sí!, sería muy elegante. Le pondría esmoquin hasta el bebé, Felipe, de siete meses. Yo escogería un vestido negro y decoraría el lugar con rojo y blanco.
¿Dónde sería?
En el último piso de la Torre Eiffel, en París.
Reggis Molina
10 años de carrera
¿Qué le gustaría comer?
Sería un arroz con pato al estilo peruano, cordero a las hierbas, una lasaña de carne. Además, un ceviche al estilo peruano con lenguado, limón, sal, pimienta y culantro. Y de postre una torta de chocolate de Spoon. ¡La mejor!
¿Qué tomaría?
Definitivamente, champán escuchando un poco de ópera y algo de swing y como no sé bailarlo, aprendería ahí mismo.
¿Qué vestiría?
Me gustaría usar hasta el último día mi gabacha de chef con el logo de la escuela Le Cordon Blue.
¿Dónde comería?
Sería algo muy familiar, en mi casa en Santa Ana. Yo mismo cocinaría excepto la lasaña que la haría mi subchef Adilia González.
¿Invitados?
Mi mamá, mi hermana, mi novia y amigos muy cercanos, entre ellos los dueños del Restaurante Bacchus, donde trabajo.
Flora “Tía Florita” de Echandi
33 años de carrera
¿Qué le gustaría comer en su última cena ?
Tienen que ser recetas mías, y entre ellas escogería un fetuchine con crema que llamo “Pasta Londres”. Después me prepararía una Jambalaya, un plato de Nueva Orleans que es como una paella. ¡De espanto! Aunque no se lleve una cosa con otra, pondría en la lista un lomo de cerdo con ciruelas. ¡Es de muerte! Y como postre que rico un tarte tatin, un volcado de manzana caliente que se sirve con helados.
¿Con quién?
Con mi familia, con mis seres más queridos, entre ellos mis hijos, Federico, Carlos y Roberto. Además, de amigos más cercanos.
¿Dónde?
A todos los invitaría a mi hogar, en San Pedro, donde tengo 35 años de vivir. Incluso mi “set” de grabación está aquí mismo. De aquí no me he movido y si salgo de acá ya sabés para donde.... (sonríe).
Óscar Castro
14 años de carrera
¿Qué se le antoja?
De entrada un ceviche con pargo rojo y camarón que prepara mi amigo “Ricki” de Maxie, en Manzanillo, Limón. Luego la sopa que mi mamá, Mauren O’Sullivan, preparada con frijoles y carne.
¿Qué NO comería?
Lo que nunca he comido (sonríe) ni lengua ni mondongo.
¿Y de postre?
Mmm... un capricho urbano o el queque de chocolate que hace mi hermana Patricia.
¿A quién invitaría?
A mi novia Catalina, a nuestro hijo Santiago y al resto de mi familia, unas 70 personas y como 400 amigos (sonríe).
¿Dónde los llevaría?
A ver las olas del mar, en playa Bejuco, en las cabinas que construyó mi padre Óscar, ya fallecido hace mucho tiempo. En ese lugar aún siento su presencia.
¿Algo de tomar?
Claro, margaritas de todos los sabores de frutas tropicales.
Rafael Pacheco
18 años de carrera
¿Cuál sería el menú?
Un filet gigante delmónico, corte especial de lomo, cocinado a la parrilla hasta que esté término medio y jugoso. Luego me gustaría una salsa de queso azul para la carne y unas papas doble horneadas. Unos espárragos con sal y pimienta a la parrilla. También podría disfrutar una ensalada césar que yo mismo preparo con lechuga romana, aceite de oliva, anchoas, queso parmesano y ajo. Acompañado de una botella de vino tinto. De postre bananos a la parrilla con helado de vainilla.
¿Lo haría usted todo?
Sí, a mí me encanta la parrilla y sé el punto en que me gusta la comida.
¿Dónde sería?
A las 4 p.m., en una cabina en Bajamar, Puntarenas. Justo cuando las guacamayas van de vuelta al Parque Nacional Carara.
¿Quiénes disfrutarían ?
Mi esposa Christa, mis hijos Rafael, de 4 años y medio y Skylar, de dos años y medio. Además, de mis seres más queridos.
¿Algo de música?
Un poco de jazz para que el momento sea perfecto.
Iván Segura
14 años de carrera
¿Qué lugar elegiría?
Me encanta comer al aire libre entonces la cena ideal sería con unas mesas en la arena frente a la playa bien decoradas, algo que ya he hecho. La otra sería en la quinta de mis papás en Orotina.
¿Qué habría en la mesa?
Me encantaría el pollo a la sueca, el estofado de carne, el pastel de limón o el queque de zanahoria que hace mi mamá, Mayela Camacho. En el festín también estarían los asados y la milanesa que hace mi amigo uruguayo Claudio Torre. ¡Ah! No puede faltar la sopa de espinacas de mi abuela Juaquina “Mamá Quina”, la sopa de ayote de mi tía política Cecilia. ¡Uyyy! y su arroz ruso. También los frijolitos de mi tía Tere, los espagueti con mejillones de mi padrino. Además, de un buen arracache y unos gallitos de carne desmechada.
¿Qué bebida tomaría?
Un delicioso y refrescante martini de manzana.
¿A quién invitaría?
Mis invitados especiales serían mis papás, mis hermanos, mi padrino, Marquitos y Karlita, que son las personas que jamás me han abandonado cuando más los he necesitado.
Álex Moya
39 años de carrera
¿Qué tomaría?
Un vino blanco semiseco y al final un cafecito con algún licor como coñac o crema de menta.
¿cocinaría?
En esta ocasión prefiero que otros lo hagan por mí con clase y buen sabor. Que sean varios chefs.
¿Y los manjares?
Yo soy de comer poco, pero de entrada me gustaría unas alcachofas gratinadas. Luego unas codornices rellenas con nueces y miel. De postre unas frutas con licor o un “mousse” de chocolate. Como me encanta la comida típica costarricense podría pensar también en disfrutar como algunos antojitos unas buenas chorreadas, arroz con leche, un plátano maduro o verde, frijoles arreglados o unos patacones.
¿Qué vestiría?
Es una noche especial me vestiría de gala con esmoquin o traje entero. Y escuchar de fondo música instrumental, puede ser clásica o tropical.
¿Invitados?
Mi hijo Adrián Moya y lo invitaría a los restaurantes La Bastilla, en el Paseo Colón o Il de France, en Los Yoses.
Édgar Álvarez
18 años de carrera
¿Qué le gustaría?
De entrada unas ostras frescas con granizados de cítricos. Luego un salmón con espárragos y salsa holandesa. Lo acompañaría con unas vieira gratinadas, son moluscos. ¡Un verdadero manjar de reyes! Por último, de postre me encantaría unas crepas flambeadas con un licor de naranja.
¿Bebidas?
Mmm... con el plato fuerte me gustaría un Albariño, un vino español.
¿Qué no comería?
Nada con carne roja porque si es mi última cena no la desperdiciaría con sangre (sonríe).
¿Pondría música?
Me lo imaginaría todo en un atardecer frente al mar en playa Sámara con una música brasileña muy suave.
¿Invitados?
Mi esposa Rosario y mis hijos Sophia, Edguitar y Marcell.
José López
10 años de carrera
¿Qué lugar elegiría?
Frente al mar.
¿Y el menú?
Quién se cansaría de un fresco ceviche o marisco o negarse al siempre seductor olor de una carne a la parrilla. También me inclino por mi última pizza o una buena pasta. De postre, ¿Por cuál fruta comienzo? Una manga de Orotina, unas fresas en el Poás, jocotes recién bajados del palo o un simple pedacito de buen chocolate.
¿Quién cocinaría?
Mi última cena la prepararían mis abuelas y mi madre porque sazonan con caricias y ternura. Mis abuelos y mi padre serían los jueces porque alguien siempre tiene algo que decir.
¿Invitados ?
Mis abuelos, mis padres, mis hermanos, mi esposa para digerir la comida con amor y los regueros de mis sobrinos.
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