Allan Andino
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El poderío latino en el Miss Universo quedó más que demostrado. Cuatro de cinco delegadas integraron el cuadro de honor en la gala final, y dos de sus protagonistas nos lo cuentan.

Miss República Dominicana Marianne Cruz (tercer lugar), y Miss México Elisa Nájera (quinto lugar) hablaron ayer con Al Día.

¿Cómo recibe este tercer lugar en Miss Universo?

Marianne: Imagínate, un orgullo grandísimo. En República Dominicana están felices. Yo estoy feliz, esto es indescriptible.

¿Qué vivió cuando estuvo arriba en el escenario?

Marianne: Es una experiencia única, pensé que iba a estar nerviosa pero mantuve la serenidad. Le había pedido mucho a Dios que me diera paz y parece que me la dio de sobra.

¿La pregunta fue lo más difícil del certamen?

Marianne: Creo que lo más difícil es enfocarte. Cuesta concentrarse y poner todos tus pensamientos en la competencia. Cuando consigues eso, te presentas mejor ante el jurado.

Elisa, ¿qué significa haber alcanzado el quinto puesto?

Elisa: Mucho orgullo, le puse todo mi esfuerzo. Creo que puse en alto el nombre de mi país. Estoy muy orgullosa y muy contenta.

¿Cree que la organización le cobró los silbidos que los mexicanos le dieron el año pasado a Estados Unidos y por eso no llegó más lejos?

Elisa: No, no creo. Eso ya es historia. Eran jueces diferentes, cada año es una historia diferente.

¿Cómo estuvo la fiesta de despedida?

Elisa: Se ríe. Muy bien, un poco triste porque ya te estás despidiendo de todas. Me hice muy amiga de algunas de las participantes, entonces es triste cuando llega la hora del adiós después de un mes de convivencia.

¿Cómo resume este concurso? ¿Dayana se perfilaba como protagonista?

Elisa: Sí, siempre lo fue. Claro, hubo sorpresas porque ya conoces a las “chavas”, sabes cómo son y qué cualidades tienen. Pero siento que estuvo bien.