Rafael Pacheco G.
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Tiene más de cien años, es la única que existe en el mundo y está en el país.

La pala de vapor fue diseñada para las excavaciones del Canal de Panamá. Al país vecino llegó en 1905, procedente de Estados Unidos, cuando ya los trabajos habían empezado.

Alrededor de 1920 arribó a Costa Rica para la puesta en marcha del ferrocarril. Su principal función era limpiar los constantes deslizamientos que ocurrían en el trayecto.

De acuerdo con el historiador, Wílliam Solano, se requería de cinco personas para poner en operación la máquina.

“El conductor y un asistente manejaban la pala o grúa, otros dos controlaban el vapor y dos más eran los fogoneros, encargados de ver las válvulas y los niveles del agua y la leña”, indicó.

La máquina, según Solano, trabajó durante todo el trayecto junto a otra más nueva que quedó enterrada en un deslizamiento en Piedras del Fuego, Turrialba.

Hace dos años, la compañía Marrion Steam Shovel de Ohio, que la construyó entre 1903 y 1904, envió a un gerente para observarla y tomarle fotos pues no sabían de su existencia.

El historiador señaló que en los años 60 estuvo guardada en Peralta de Turrialba, pero en 1974 la Municipalidad acordó mostrarla frente al colegio Clodomiro Picado, en el cantón azucarero, y en 1978 la trasladaron a la sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, donde está actualmente.