Christian CAMPOS
Julio PEÑA
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Liberia, Guanacaste.- Como un joven abuelo que se había vuelto “loco” con la llegada de su primer nieto, podría caracterizarse a Carlos Monestel Martínez, vagonetero fallecido anteayer en Santa Cruz, después de haber sido arrollado por su propio camión.

Monestel deja dos hijos, Francini de 18 años de edad y Jean Carlo de 13, así como al nieto de “sus sueños”, Dylan Andrey, quien precisamente ayer cumplió los seis primeros meses de vida.

“Para mi papá, Dylan era sus ojos. No más llegaba del trabajo semana de por medio y lo primero que hacía era extenderle sus brazos a mi hijo”, recordó Francini, ayer por la tarde. Los compañeros de labores, por su parte, lo recordarán como el hombre que donde trabajaba lo hacía bien y se ganaba la confianza de los patronos, dijeron. Al parecer, recibió un peso aproximado a las 13 toneladas.