Margarita Murillo Gamboa
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El secreto para disfrutar y utilizar la energía sexual está en manejar, expresar y gozar primero las emociones. Cuando lo anterior sucede, logramos que el impulso sexual no se haga cargo de ellas.

Si controlamos nuestra energía sexual, lo que sucede es que, entonces, se cumple su misión, que es darnos un verdadero placer y salud.

En artículos anteriores se les ha compartido que la energía sexual no da poder ni control. Por tanto, si se utiliza con estos fines, no logrará su función, que es dar placer y salud.

Se convierte, desde esta utilización, en una energía enajenada, vacía, tensa, aburrida y en ocasiones adictiva (la utilizamos para sentirnos mejor), que es como usualmente caemos en la utilización.

Evitar estos malos usos será una prioridad en la educación del placer.

Lo primero es conocer los espacios –glándulas– centros por donde fluye la energía sexual o chakras (como se le conoce desde el sánscrito).

Si ustedes hacen el ejercicio, por ejemplo, mirar algo que le puede producir tristeza, inmediatamente notarán que se activan los chakras 4 (cardíaco), el chacra 5 (garganta–presión como de ganas de llorar) y los chakras 6 y 7 (presión en la frente y la cabeza con deseos de llorar).

En ocasiones puede activarse el chakra 3 (estómago); pero en muy pocas situaciones somos conscientes de que también los chakras de los genitales (clítoris para las mujeres y glande para los hombres (es el chakra 1), así como el chakra 2 (útero o punto G y debajo de los testículos – punto G en hombres), es decir deberíamos sentir presión sobre estas áreas como una respuesta al estímulo emocional.

Para el buen entendedor, eso significa que por cada uno de ellos yo podría obtener un orgasmo, que es la expresión desde donde la energía sexual se esparce y logra estabilizar y producir un estado de placer, tanto en nuestros cuerpos, como en lo emocional y en el vínculo.

Pero no es el placer al que estamos acostumbrados a ver por la televisión o las películas, donde lo que se ve son gritos.

Es un placer de bienestar y equilibrio, desahogar para lograr estar mejor.

Precisamente el problema estriba en que solo se dirige la energía sexual hacia los genitales, cuando en realidad se debe aprovechar que se dirija la energía desde los genitales, dado que son los chakras o centros desde donde se conecta con el cuerpo.

Esto lo veremos en los próximos artículos.

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A la mujer se le ha dicho que no puede expresar mucho sus deseos genitales. La forma como se percibe y maneja el deseo requiere en el hombre y la mujer de procesos de reeducación. En el caso de la mujer, para que tenga más disposición para disfrutar la genitalidad como un derecho propio.

¿Causas y curas de la eyaculación precoz?

En el trabajo clínico con este problema, primero el hombre debe entender que eyacular no es orgasmo. Que si eyacula, no se ha acabado el acto sexual. Lo anterior también para las mujeres, simplemente se eyaculó. Para que ambos puedan continuar su proceso de caricias, estimulación y encuentro. Y, muy probablemente, se dé, de nuevo, otra erección y la eyaculación sea más controlada.