Franklin Arroyo
Edgar Chinchilla, corresponsal
farroyo@aldia.co.cr

Una columna de gases y ceniza fina alarmó ayer, alas 9:15 a.m., a quienes viven en los alrededores del volcán Arenal, en La Fortuna de San Carlos.

El parque nacional fue cerrado, y 27 visitantes – estadounidenses, alemanes y españoles– debieron retirarse de la zona.

Eliécer Duarte, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), manifestó que no hay peligro en este tipo de actividad, que se ha producido en repetidas ocasiones en los últimos años.

“Lo que provocó alerta fue la columna de gases y polvo que se levantó hasta unos dos kilómetros de altura”, añadió.

Fabio Arias, administrador del parque nacional, explicó que el cierre fue preventivo porque se observó más polvo y cenizas de lo normal.

El desprendimiento, provocada por la acumulación de lava en el cono del coloso, se deslizó hacia el río Aguacaliente, a unos cuatro kilómetros de El Castillo.

Un hecho similar se registró el 18 de setiembre del 2007.

Según Duarte, el flujo piroclástico se debió a la gravedad y a la acumulación de una colada de lava en la cima que presionaba por salir.

Manifestó que seguirán los desprendimientos varios días.

Freddy Acuña, vecino de la zona, dijo que el desprendimiento fue normal y, por lo menos él, no sintió miedo.

“No se escucharon retumbos; no obstante, en dos minutos se venían hasta tres avalanchas”, comentó Acuña.