VIENA/AFP. Desde la velocidad de los jugadores pasando por sus salarios, la cantidad de partidos televisados y el número creciente de extranjeros en las plantillas, el fútbol no para de evolucionar desde el primer Campeonato de Europa de naciones, en 1960.

Disputado en sus orígenes por cuatro equipos y retransmitido confidencialmente, la Eurocopa creció mucho y ahora alberga a 16 equipos (31 partidos). La edición de Suiza y Austria será observada por varios millones de espectadores en todo el mundo.

Mucho dinero

Los presupuestos de los clubes, salarios y derechos de retransmisión televisiva explotaron en los últimos cincuenta años. Las primeras detonaciones datan de los años ochenta, cuando los profesionales de la gestión reemplazaron a los dirigentes voluntarios, y las gigantes industriales comenzaron a invertir fuerte en el fútbol: Adidas o Nike, los gigantes de la finanza, los grandes medios y los auspiciantes gigantes (Coca-Cola, McDonald's, Mastercard).

Mediatización

La Eurocopa es el segundo evento futbolístico más importante, detrás del Mundial. La del 2004 batió todos los récords: 790 millones de telespectadores en total, y 153 millones por cada partido. La final acaparó la atención de 279 millones de televidentes, es decir, un aumento de 157% en relación a la fase final de 2000.

Otra de las evoluciones es el caso Bosman de 1995, que acentuó la apertura de los mercados, ya que los clubes pueden alinear a jugadores “comunitarios” sin límite. Por ejemplo, Arsenal ha formado varias veces con once jugadores que no eran ingleses.

Más físico y defensivo

Alcanza con observar un partido, en blanco y negro, del Campeonato de Europa de sus inicios, para darse cuenta cómo ha evolucionado el juego físico, los espacios se han achicado y la presión ha aumentado.

La segunda evolución destacada es el crecimiento del juego defensivo, con el catenaccio del Inter de Milán doble campeón de Europa de clubes (1964, 1965). El fútbol pasa de un esquema WM, con 7 jugadores ofensivos, a uno con un solo punta, tipo 4-5-1.

La media de goles en la Eurocopa también revela estas precauciones defensivas: de 4,25 goles por partido en 1960 se llegó a 2,5 en 2004.