Ramón L. Méndez.
Exárbitro

Nada que ver esta final de campeonato en relación al arbitraje del torneo anterior.

Lo preocupante es que son prácticamente los mismos árbitros que debieron llegar con mayor madurez e ir mejorando.

En semifinales se salvaron Randall Poveda y Ricardo Cerdas como centrales.

Pero lo curioso es que Cerdas estuvo en la final como cuarto árbitro y parecía que estaba empezando.

Estuvo fatal, fue irrespetado con reclamos del cuerpo técnico y nunca se atrevió a darse a respetar y hacer caso al reglamento.

Claro, si hubiese sido el utilero o masajista de fijo sale expulsado, pero cuando se trata de entrenadores, mejor me lo aguanto y que haga lo que quiera.

Eso no debe ser, siento que el factor emocional en nuestros sílbateros impera mucho en su forma de trabajar en el terreno de juego, son muy inconstantes y calculadores en algunos casos.

El respeto es fundamental en la labor del arbitraje y de cualquier persona.