Hugo Solano
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San José - “Creemos que lo que querían era hacer un bajonazo, el cual se frustró cuando el ofendido puso resistencia y resultó herido de muerte”, afirmó ayer el subdirector del OIJ, Francisco Segura, al referirse al homicidio de Juan Manuel Cabrera, perpetrado antenoche en Curridabat.

La bala le ingresó al estudiante de Ingeniería Civil por la mandíbula derecha y se alojó en la cabeza, por lo cual la Policía presume que el asesino utilizó un arma 9 milímetros.

Por la trayectoria del disparo, se confirmó la versión inicial de la mujer que acompañaba a Cabrera, quien declaró que un tipo abrió la puerta del acompañante y disparó al conductor.

Ayer en la casa de la víctima, ubicada en San Francisco de Dos Ríos, su tía, Martha Zúñiga, confirmó que su sobrino fue a dejar a un amigo a Guadalupe y después iba hacia Curridabat con otra amiga con la que estaba conversando al lado de un parquecito, cuando fueron asaltados.

Añadió que el muchacho estudiaba desde hace dos años en la Universidad Fidelitas y su sueño era concluir la carrera de Ingeniería Civil y comprarse un carro, ya que el Honda Civic DX, en el que fue ultimado, era propiedad de la mamá.

El comandante de la Fuerza Pública de Curridabat, Sergio Serrano, indicó que al llegar encontraron el Honda Civic colisionado contra un Suzuki que estaba a escasos 20 metros.

El levantamiento fue a las 10:10 p.m. por orden de la jueza María Elena Chaves, mientras que la fiscal María Argut Mora está encargada de las pesquisas.

Vecinas y amigas preparaban ayer un altar.

Varios familiares salieron a las 10 a.m. con la ropa del universitario a recoger el cuerpo a la morgue, para velarlo en su propia casa. Los funerales serán hoy a las 12:30 p.m. en el Camposanto La Piedad, Desamparados.