Juan Diego Villarreal
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San Ramón. Acostumbrado a trabajar con los jóvenes, el técnico uruguayo Orlando de León apunta a subir a la máxima categoría con Ramonense, conformado por un grupo casi Sub 23.

“Jugar una final es una gran alegría, la disfruto muchísimo, porque uno se juega el trabajo de todo un año. A estas alturas se mantiene una gran dosis de concentración y algo muy importante, el “ojo del tigre”, es decir, el deseo y la ambición de ganar y ganar”, dijo De León.

“Sé que Grecia, rival que vamos a enfrentar, es muy difícil y está bien dirigido. Tiene figuras que han estado en la Primera División y hasta en procesos de Selecciones. Hicieron una enorme inversión, mientras nosotros tenemos un grupo humilde, joven, al cual formamos esta temporada. Pero está lleno de ilusión y muy motivado por lo que viene”.

A pesar que en la campaña los griegos le han ganado la partida en los resultados, De León considera que ahora todo es diferente y no se puede hablar de favoritos.

“Lo que viene es punto y aparte, no se puede hablar por las estadísticas, ahora es diferente y para eso estamos preparados”.

Orlando ya es un “viejo zorro” en este tipo de confrontaciones, en el pasado llevó a la máxima categoría a Guanacasteca, Santa Bárbara y Ramonense. Solo perdió una serie con Liberia, frente al Santos de Guápiles.

“El secreto está en el trabajo, la disciplina y el entusiasmo que mantengo a pesar del paso del tiempo. Eso jamás lo pierdo. Siempre tengo ese hambre de ganar, ese deseo prevalece en mi vida y con la ayuda de la Junta Directiva hemos logrado organizar un grupo con mucha juventud, pero muy competitivo”.

Cerrar en casa puede ser ventaja, considera el charrúa, más aún si es necesario llegar a los tiempos extras o a los penales.