Allan Andino
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Ricardo Toledo se destaca por sus múltiples funciones: político, embajador, comerciante y deportista, y justo cuando practicaba su deporte favorito, el baloncesto, sufrió un paro cardíaco.

A sus 49 años de edad, aún goza de estupenda salud y se recupera muy bien. Por ahora él descansa en su hogar, pero no aparta de su mente volver a la política y seguir sus labores lo antes posible.

¿Cómo va la recuperación del infarto?

Muy bien, los doctores están asustados de la rápida recuperación, pero no son los doctores ni Ricardo Toledo, es la mano de Dios, él ha permitido que mi recuperación sea inmediata.

¿Es cierto que su esposa lo tiene regañado?

Sí (entre risas), yo creo que está resentida porque en medio de un cuarto de hospital con una sopa que no tenía sal, celebramos el 25 aniversario. Pero se que ella se preocupa.

¿Y qué va a pasar ahora con el cigarro?

Del cigarro ya entendí y ya para mí se fue, aunque lo disfruté mucho no imaginé que me hiciera daño, mis papás fumaron y padecieron cáncer y también sufrieron ataques.

¿Qué hace en sus ratos libres?

Leo, le “tiro” mucho a mi vida pasada, la analizo bastante y espero hacer todo lo que aún no he hecho, con tanto tiempo pienso en todo.

¿Cómo se describe Ricardo Toledo?

Se divide en un antes y un después. Antes me sentía Superman, me dí cuenta que no he hecho bien, así que tengo que cambiar. Soy muy hiperactivo, duermo muy poco y mi locura es trabajar. Como en la política que seguiré por mucho tiempo.

¿Le gustan los deportes?

Me gustan mucho, fui campeón de ping pong en en el colegio. El baloncesto es el que más me atrae, he practicado la mayoría y creo que eso le ayudó a mi corazón a ser tan fuerte. Respeto pero no comparto los deportes extremos.

¿Es cierto que es fanático del equipo Herediano?

Muchísimo, mi equipo es Heredia, confío en que vamos a ser campeones. El día del infarto me preocupé porque no vi a Heredia y Saprissa.

¿Alguna vez pensó en la actuación?

Cantante, me gusta cantar, la actuación me aburre, un actor pierde la identidad para ser otra persona, me quedo con el canto, lo hago bien.