Isaac Lobo

Los Rabanes tienen su pasaporte marcado por una veintena de sellos de Migración y desde hace tiempo hicieron trillo en el aeropuerto Juan Santamaría.

Los panameños sienten que la nacionalidad tica la tienen por mayoría de votos, pues ven a Costa Rica como su patio y conocen tanto las calles ticas, como las propias, allá en su país, tierra de béisbol y canal.

Son tan ticos que en los premios Los de la Casa, de VM Latino, ellos recibieron un reconocimiento como si fueran un grupo nacional.

Emilio, la voz y líder de la banda –siempre polémico e irreverente– contó a VIP sus anécdotas de amores, fiestas y recuerdos que guardan de Tiquicia.

¿Saben cuántas veces han venido al país?

Mirá, es difícil porque han sido tantas, pero yo calculo que son más de 30 veces. Considero que tenemos muchos fanáticos desde nuestros comienzos, pero fue con el disco “Kamikaze” que pisamos con más fuerza tierra firme en Costa Rica. Siento que somos una banda de culto, pues nos siguen fans de todas la edades y estratos.

¿Conoce bien las calles de San José?

Más que todo bares, pero algunos me los cambiaron. Me siento como pez en el agua en “La calle de La Amargura” en San Pedro, además tenemos muchos amigos allá. Cuando yo voy a Costa Rica me divierto mucho, además ustedes tiene mucha cultura en todos los aspectos y eso me gusta mucho.

¿Cuando están desocupados qué lugares visitan para divertirse?

Más que todo vamos a El Pueblo, me gusta la zona del centro para ir de compras y me encanta ir a la Plaza de la Cultura a comprar artesanía e ir a las tiendas donde hacen tatuajes. Cuando hay la oportunidad de ir a la playa me voy a Tamarindo, allí he ido dos veces, una a cantar y otra en plan secreto.

¿Por qué siente que Costa Rica los acogió tan bien?

Ha sido un intercambio musical muy fuerte entre nuestro país y el suyo, tanto de rock como de reggae. Nosotros éramos admiradores de un grupo que se llamaba Liverpool y de Café con Leche, con el locazo de José Capmany, luego toqué con Éditus, cuando ellos andaban con Rubén Blades. Nosotros le hemos llevado una mezcla muy interesante con nuestro rock con sonidos latinos, además somos vecinos y nos llevamos muy bien, pues nunca hemos tenido problemas. Los panameños somos muy alegres y proyectamos eso, además nosotros somos grandes admiradores de sus mujeres y de su buen fútbol.

¿Sigue algún equipo de nuestro país?

Pues a la Selección Nacional, menos cuando juega contra Panamá. Cada vez que ustedes han ido a un mundial yo me compro una camiseta y vibro como si fuera un tico más, porque representan a Centroamérica.

¿Qué pasa por su mente cuando les dicen que tienen que venir a Costa Rica?

Me alegro mucho, es como un viaje obligado para relajarse y pasarla bien, pues se lo digo en confianza, aparte de cumplir con lo profesional, se me dibuja una sonrisa.

¿Por qué no olvidan esta tierra?

Ahora esta tierra está en en el mapa mundial de los conciertos, como por ejemplo la visita de Incubus y Smashing Pumkins.

¿Una anécdota?

No es mía, es del baterista “Pimpón”: en una de las tantas visitas, hicimos un tour de bares y contratamos un taxi para que nos llevara a todos, él estaba tan ebrio que abrió la puerta del taxi y vomitó por todas las calles.

¿Amores?

Varios... varios, cuando estaba más joven, ya no tanto, ahora me porto bien. Hemos ido que otra noche al hotel del Rey... ¡compadre, no pienses mal! Sólo a ver.

¿Novias?

Pues lo voy a poner de esta manera: he tenido tres muy buenas aventuras, hasta nos seguimos escribiendo. La mujer tica, aunque me mate alguien en Panamá con lo que voy a decir, es la más linda de Centroamérica, pero novias no, porque a mí sólo me aguantan tres meses.

A Los Rabanes les encantan los “casados”, “el gallo pinto” y las “carnitas asadas” que hacen en las casas, porque admiran la carne de Costa Rica, sobre todo con una cerveza.

Los conciertos que hicieron en sus inicios en el pretil y en la facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, en las semanas U.