Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr

Moravia - Un estadounidense, temeroso de ataques contra su vida y con antecedentes delictivos, disparó antenoche un fusil de asalto militar y mató a un joven médico en el centro de Moravia.

La víctima fue Harlen Diederich Fonseca Reyes, de 28 años, quien murió en el hospital Calderón Guardia, adonde fue trasladado en condición grave.

El sospechoso, de apellido Kelch, de 48 años, desató la tragedia tras subirse al techo de su casa y efectuar, al menos, seis disparos. Uno impactó en la sien derecha al médico que cenaba en compañía de su novia.

El hecho se registró a las 9:55 p.m., 75 metros al este de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi), en Moravia centro.

Tras disparar, el atacante de apellido Kelch, quien estaba encapuchado, bajó y se ocultó dentro de su vivienda, que contaba con tres cámaras de seguridad.

A partir de ese momento, fuera de dicha casa se dio un gran despliegue policial que tenía como fin tratar de convencerlo de que se entregara, lo que se dio casi nueve horas después.

Se contó con un traductor, quien sostuvo una larga plática con Kelch. Entre las peticiones del extranjero estaba que le trajeran un camión blindado, ya que sentía temor de que atentaran contra él.

Siempre estuvo con su esposa de nacionalidad costarricense y sus dos hijos, de 5 y 14 años.

Jorge Rojas, director del OIJ, afirmó que el estadounidense ingresó a nuestro país hace ocho años y cuenta con antecedentes en el estado de Nueva York, Estados Unidos, por los delitos de posesión de drogas, lesiones con arma de fuego y varios asaltos.

Agregó que, además del fusil M/16 AR 15, el sospechoso contaba con una arma calibre 38 y una pistola 9 milímetros. Dentro de la casa también se encontraron 100 cartuchos de diferentes calibres.

Kelch es un pensionado muy desconfiado, al punto que cada carro que llegaba a su casa lo revisaba debajo con un espejo.

Disparos en el barrio

Pese a que varios vecinos aseguraron que sus casas habían resultado baleadas meses atrás, ninguno de los afectados lo señaló como sospechoso, por lo que no se presentó una denuncia con su nombre ante el OIJ.

“En setiembre pasado, un vecino dijo que habían baleado su casa, pero nadie aportó datos certeros sobre quién los hizo. Fueron hechos por una persona ignorada, arrojó el caso”, afirmó Rojas.

Una fuente ligada al caso aseguró que tanto la víctima como su novia, Ligia Chaverri de 29 años, acababan de llegar de la UCR, donde ambos laboraban.

Ella fue la primera persona en darle atención a Fonseca, pero el balazo que ingresó por la cocina, tras recorrer 20 metros desde el techo, fue letal.

El médico y su pareja eran padres de una niña de tres años.

Junto a su hermana menor, que estudia arquitectura, alquilaba un apartamento pequeño en Moravia.