Hugo Solano
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Un informante alertó antenoche al OIJ de que el Hyundai Accent usado en el crimen de la salonera Yerlin Marín, el pasado martes, estaba en una casa en Barranca, Puntarenas, donde fue decomisado, como importante prueba para la investigación.

En coordinación con la Fiscalía Adjunta contra el Crimen Organizado se llegó a la ciudadela Palmas del Río, en Barranca, unos 500 al sur del río que lleva el mismo nombre.

Los dueños de la casa dijeron que el detenido, de apellido Mora, es un pariente lejano que los engañó al decir que andaba de paseo en Puntarenas y el carro le falló.

Así lo informó ayer el director del OIJ, Jorge Rojas, quien añadió que en el apartamento de la mujer, de apellido Arias, en Pavas, se encontró un revólver calibre 38, camisetas de la Policía de Control de Drogas y camisetas de la Fuerza Pública.

En ese apartamento al que la llevaron a Arias tras ser detenida en una fábrica en Pavas, también apareció el celular de Pamela Chaves, joven asesinada en ese mismo cantón josefino, junto con Rolando Orozco, el 19 de agosto.

Rojas dijo que la escopeta, la pistola y el revólver están en laboratorios de balística, para determinar si fueron usados en otros homicidios similares, como el del periodista Julio Acuña y la profesora Yoselín Rojas, que siguen en el misterio y cuyos cuerpos aparecieron el 19 de junio anterior.

Todos presos

Ayer a las 3 p.m., fue trasladada a la cárcel de El Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados, la joven de 24 años, concubina del detenido de apellido Mora.

A la mujer, el Juzgado de Turno Extraordinario le impuso dos meses de prisión preventiva por el delito de receptación.

Los otros dos detenidos, apellidados Mora y Mena, están en las celdas del Segundo Circuito Judicial y de ahí pasarán el lunes a una cárcel del sistema penitenciario, ya que la jueza de turno extraordinario les dictó ayer seis meses de prisión preventiva.

A estos se les sigue causa por cinco delitos: homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, robo agravado, privación de libertad y violación agravada.

El director del Organismo de Investigación Judicial confirmó ayer que el ofrecimiento de $12 mil que hizo el casino Jazz del hotel White House, donde trabaja Yerlín Marín, no dio buen resultado, por lo que fue la misma investigación la que llevó a dar con los sospechosos.