Lázaro Malvarez
Periodista

Atrás quedaron los tiempos de espectaculares carteleras semanales, peleas inolvidables y hombres que convertidos en leyendas tuvieron al boxeo entre los deportes más populares; la crisis llegó al pugilismo y solo un remedio casi mágico podrá levantarlo antes de la cuenta de 10.

Las reyertas de peso completo, que habitualmente eran las más llamativas y espectaculares, se volvieron monótonas, tanto que muchos extrañamos a Mike Tyson, pero sin morder orejas, y hasta al flemático Lennox Lewis, quien dominó la categoría durante varios años. Por supuesto, sería una fantasía regresar a la época de Ali, Frazier y Foreman.

Hoy los pesados son bien “pesados” y solo un veterano como Óscar De La Hoya mueve a las “masas” boxísticas porque si bien hay algunos mejores, solo “El niño dorado” cumple la tarea completa: llenar los escenarios y captar la atención masiva de los televidentes que pagan cerca de 50 dólares por disfrutar de los combates en casa.

En Estados Unidos, el pugilismo recibió recientemente dos golpes bajos. El canal de televisión ESPN2 canceló su programa “Miércoles de Boxeo” y la cadena de habla hispana, Telefutura, anunció que sacará del aire “Solo Boxeo”, uno de los programas más vistos de la televisora, pero también de los más costosos. La cancelación de “Solo Boxeo” es un fuerte revés para las compañías: Top Rank, Golden Boy Promotions de Óscar De La Hoya y Don Chargin, que se repartían las 48 fechas del año.

En nuestro país, el panorama tampoco pinta bien; desde hace varios meses, la empresa Promobox suspendió las carteleras y su rival “Go To Promotions” hace un gran esfuerzo por efectuar por lo menos una velada al mes. En Costa Rica el apoyo brilla por su ausencia. La cuenta de protección se acerca a 10 ¿podremos evitar el nocaut?