Alejandra Herrera Neyssa Calvo
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María José Castillo fue recibida ayer por un centenar de ticos que con aplausos y porras la aguardaron en las afueras del aeropuerto Juan Santamaría.
Con los brazos en alto, salió la herediana a las 10:45 a.m., repitiendo una y otra vez: “Gracias, gracias”.
A diferencia de la última vez que estuvo en su terruño, su salida fue muy ordenada. Tanto que le fue posible estrechar manos, dar besos, abrazos y hasta recibir regalos.
Con la sonrisa que la caracteriza y ya sin la presión encima de los conciertos y las votaciones –se notaba– María José invitó a todos a la caravana.
Comentó que espera descansar unos días antes de entrar de lleno en el estudio para grabar el disco con Sony BMG y planear la gira que hará por Costa Rica, Perú y Panamá junto a los 12 finalistas de “Latin American Idol”.
Bajo el agua
La lluvia no fue impedimento para la tica, y menos para la gente que salió de sus casas un momento, o esperó con sombrilla en mano a la orilla de la calle para verla pasar por Alajuela, San Joaquín de Flores y Heredia centro. El viaje remató en Barva.
En el parque la esperaba una multitud. Hubo cimarrona, mascarada y un concierto con Humberto Vargas y el grupo nacional Escats.
Subió a la tarima donde la nombraron “Hija predilecta” y cantó “A mi manera”.
“Estoy muy agradecida con ustedes porque pude cumplir mi sueño”, afirmó.
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