Christian Campos, corresponsal
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Hace medio año, su vida giraba de su casa en Tibás, a los talleres de impresión del grupo Nación, en Llorente. Aunque vive el fútbol a plenitud, su relación más directa era ver los artículos de los periódicos, quizá antes que los lectores de todo el país.

Pero una invitación para hacerse cargo de un equipo de la Liga de Ascenso lo cautivó, animó e hizo que después de sopesar los pros y los contras de un cambio de vida, tomara la decisión de trasladarse a vivir a más de 300 kilómetros de su familia, esposa e hijos.

Fernando Roses es el entrenador que tiene a Cartagena entre los mejores de la Liga de Ascenso. Actualmente marcha en segundo lugar del Grupo A.

Los guanacastecos se han beneficiado de la forma de trabajo de este hombre de 39 años, que compartió el camerino con Hernán Medford y Paulo César Wanchope, en el Mundial Infantil de China 1985.

Así fue

“Me llamó un amigo que conocía de mi trayectoria deportiva, como lo es don Olger Mayorga, uno de los nuevos dueños del club, y cuando él se hizo cargo del equipo, me propuso que yo lo dirigiera y me pasé a vivir acá”, relató.

Roses es padre de tres hijos: Estefany de 19 años, Fernando de 18 y Anyela de 7 y está casado con Kathia Cerdas.

Le gusta que su equipo juegue tocando bien el balón, que sean rápidos, pero con mucha precisión en la cancha.

Luego de cada partido de domingo, Roses viaja a Tibás para ver a su familia y regresa a la pampa los martes.

Ese día empieza a entrenar a las 3:30 p.m., como el resto de las tardes de la semana.

“Mis jugadores trabajan y otros estudian, por lo que solo podemos entrenar durante las tardes” finalizó Roses.