Hugo Solano
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En medio de la tenue llovizna que se mezclaba con sus lágrimas, Patricia Piedra Méndez retiró ayer de la morgue judicial el cuerpo de su sobrino Gabriel Castillo, de tres años.

El niño murió el domingo, cuando un tráiler volcó sobre el Geo Tracker en el que iba con sus padres, en Esparza.

A esa misma hora, otros familiares acompañaban a Marta Piedra, madre del niño en el hospital México, donde visitaban a Gustavo Castillo, de 42 años, padre del menor. Este fue trasladado antenoche del hospital de Puntarenas a ese centro médico, debido a lo grave de sus lesiones.

Carlos Piedra, tío del niño, relató que la familia acostumbra ir a una finca en Esparza y que el domingo venían de allí cuando sucedió el accidente. Añadió que el chiquito era adoptado porque Marta no podía tener hijos.

La oportunidad se le presentó cuando una mujer nicaragüense no podía criar a su hijo y ella, en acuerdo con Gustavo, decidió adoptar a Gabriel cuando estaba recién nacido. Tenían la devoción de rezar el rosario y lo venían haciendo al subir la cuesta de Cambronero, cuando vieron como al contenedor de un tráiler, se soltó y se le vino encima en segundos.

“Mi amor no te preocupés, estoy bien”, le decía Gustavo a su esposa mientras estaba prensado.

Ella esperaba con angustia que lo sacaran para conocer la suerte del niño.

Los funerales serán hoy.

Gran pérdida

Patricia Piedra M.

Patricia Piedra M., Tía.

Gabriel fue gran milagro de Dios. Cuántos niños más tienen que morir para evitar la violencia en las carreteras”.

José Manuel Zúñiga, Pariente.

Debido a la imprudencia y falta de cuidado dos familias sufrimos la tragedia. El papá del niño está muy delicado”.