Isaac Lobo
Sus padres estaban indecisos de cómo llamarla, el nombre de Marisol ganó apenas por una cabeza y Natalia pasó a segundo plano.
Nunca se imaginaron que unos años después ella sería rebautizada como “Adela”.
Marisol Martínez es la protagonista de los infocomerciales “Me lo dijo Adela” que se transmiten por Repretel.
Ella está de aniversario pues en octubre cumple tres años de salir al aire.
Su cara es conocida, su nombre se confunde con el de su personaje y pocas personas saben sobre la vida de Martínez.
Impresiona de primera entrada, no solo por su estatura y sus largas piernas, sino también por su elegancia ceremonial, su rostro suave y terso, que parece de porcelana. ¿Sudará?
Es coqueta por naturaleza y le encanta verse en el espejo, aunque no vive obsesionada con su figura, ni se cree las verdades del reflejo: que es muy linda.
“No salgo de casa si no me pinto un poquito o me pongo aretes. Mi mamá me comenta en son de broma, ‘cuidado se gasta en el espejo’, porque me fijo mucho para ver cómo estoy”, comenta.
Los caminos del destino son extraños, porque tres apariciones en “Giros”, donde habló sobre nutrición –su verdadera carrera– le bastaron para que fuera llamada a sustituir a Kisha Alvarado en este trabajo, el cual disfruta a plenitud.
Así el mundo de la televisión se le abrió como una flor y pasó de ser una desconocida a una chica que todo el mundo saluda en la calle gracias a su ángel especial en pantalla, que la hace sentir cercana, casi tangible.
“La televisión me cambió mi vida para bien, me saludan muchos chiquitos. Han pasado ya tres años y siento como si fuera ayer que entré al canal”.
Pero jamás se imaginó que acabaría en la pantalla chica. “Nunca me lo propuse, ni me pasó por la mente”.
Se enamoró de la nutrición desde la primera vez que fue a un consultorio acompañando a su mamá.
“Me pareció fascinante, porque no se limita a enseñar a comer, va más allá”.
Su don de alegrar el día a cualquiera con sólo una sonrisa y la habilidad natural frente a la cámara hacen que la gente le guarde cariño y admiración.
“Me hace mucha gracia que las personas me dicen ‘Hola, Adela’ o ‘miren ahí va ‘Me lo dijo Adela’’, sí, todo completo”, comenta entre risas. Otros son más osados y sólo le cantan la canción cuando ella camina en la calle. “Cuando pasa esto no puedes dejar de sonreír”.
Pero lo que más le causa sorpresa es la confusión que se le hace a muchos, a casi todos, con su nombre.
“Me ha pasado en más de una ocasión que alguien me presenta como ‘Adela’. Yo muy cortésmente les digo, no, mi nombre es Marisol, pero no importa, me pueden decir así si quieren, no me enoja”.
Así es ella
Sus padres son españoles. “Mi papá es de España, mi mamá nació aquí pero su madre era gallega. La familia de mi abuelito es inglesa, pero sí tengo sangre tica, por dicha”.
Dejó el ombligo en Zapote y es la menor de dos hermanas. “Mi papá está como el rey de la casa, muy bien atendido por tres mujeres”.
De las costumbres de sus padres heredó el gusto por la comida mediterránea.
“Disfruto del jamón serrano, del queso y el vino. Me gusta cenar un buen trozo de carne y una copita de tinto de vez en cuando... para mí eso es un placer”.
La cocina no es extraña para ella, no como muchas otras chicas de su edad que le pasan de lado.
Además, como nutricionista sabe muy bien qué es bueno y qué no.
“Un platillo que me encanta hacer es tortilla a la española, que se hace con huevo y papa”.
No es de salir mucho, prefiere tener una buena conversación que escuchar música escandalosa en un bar de moda.
Si la pusieran a escoger un lugar para ir de vacaciones, se inclinaría por la playa, “aunque la montaña tiene lo suyo”, asegura.
Es una mujer Sagitario, muy libre. “A veces digo que tengo ganas de irme a tomar un café a Jacó y me voy”.
Como nació el 10 de diciembre, muchas veces tuvo que aceptar que le dieran solo un regalo.
En cuanto a su carácter asegura ser dulce y le creemos, pues la dulzura se le desborda por los poros.
“Pero cuando me enojo me enojo, sobre todo cuando dicen una mentira”.
Es muy estructurada, planea siempre su semana, pues el orden es su prioridad para pasarla bien.
Los ratos libres para Marisol son cada vez más escasos. “Cuando los logro tener me gusta irme a tomar un café a un lugar bonito y disfrutar con mis papás”.
No soporta manejar, prefiere escuchar música, sobre todo el pop en español y en inglés.
En un futuro le encantaría tener su propia sección en la pantalla chica que le enseñe a los ticos a comer bien. No parece algo lejano, pues ya ha demostrado que tiene magia para la “tele”.
Por ahora está por abrir su consultorio en Zapote. “Antes lo tenía en Sabanilla, pero lo voy a trasladar cerca de mi casa”, comenta. Su figura día a día es como una ráfaga de viento fresco, que alegra la vista.
Marisol, Adela... como quieran llamarla, no importa, sólo que ella llegó para quedarse.
Los Adelas
Los infocomerciales aparecen en cualquier horario de martes a lunes y hablan sobre distintos productos. Ella describe las virtudes que estos tienen. Los graba de martes a viernes, pero no tiene un día específico para filmarlos, todo depende de quien paute. Los edita los lunes.
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