Esteban Rojas Sáurez
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Se declara amante de los deportes extremos. Para nada le gusta el reggaetón. Lleva marcado su cuerpo por dos tatuajes, y quiere dos más.
Marcia Saborío, gran dama del teatro y el espectáculo nacional, aceptó confesarse esta semana con Al Día. Y se retrata apasionada por todo lo que hace.
Le encanta cocinar, pero frunce el ceño cuando habla de labores domésticas.
Apoyaría a una mujer en la presidencia y le gustan las que “están en la mira” en el país. Y de sus secretos nos cuenta que escribe cuentos de realismo mágico...
Si tuviera la oportunidad de convertirse en uno de sus personajes, ¿cuál sería?
Dos personajes que juntos soy yo. Son Shirley y Diestre, pero no quiero ser ellas.
¿Si no hubieses sido actriz?
Seguro hubiera sido cantante, por eso lo hago en los karaokes siempre que puedo porque soy una cantante frustrada. ¿Deportes favoritos?
Me encanta hacer ejercicio. Me gusta nadar y el ‘spinning’. En los deportes extremos me gustan el canopy, los rápidos y el buceo.
¿Cuál es el mejor lugar del país para practicarlos?
Toda Costa Rica ofrece estas posibilidades. Es un lugar mágico.
¿Cuál libro estás leyendo?
Tengo varios de cabecera: ‘Mujeres que corren con lobos’, ‘Sopa de pollo para el alma’. Además, estoy estudiando a Buda.
¿Qué opinas de los tatuajes?
A mí me gustan porque cada uno de los que tengo tiene un significado, pero como somos frágiles criaturas y a todo nos hacemos adictos, hay que tener cuidado.
¿Cuántos tienes?
Dos, por ahora. Unos delfines en el hombro que significan vida y en la nuca, el ojo de Orus, porque estudié Filosofía. Me voy a hacer caritas de la tragedia y la comedia, ya sabrán por qué (se ríe), representan mi vida y en algún momento quiero hacerme una brujita, que representa la magia de las mujeres.
Música, bailes...
La música me encanta, depende del estado de ánimo, desde guitarra clásica hasta salsa y nueva trova que me da nostalgia. Pero, la verdad, me mata la electrónica. Cualquier cosa menos el reggaetón, ¡Qué tragedia, Dios mío!
¿Apoyarías a una mujer para la presidencia?
Sí, al 100 por ciento; es difícil no analizarla. Las que tenemos aquí en la mira me gustan, yo las apoyaría. Es un momento en que las mujeres deben estar al frente.
Si tuvieras que decirle algo al Presidente, ¿qué sería?
Le diría a don Óscar que estoy un poco temerosa de haberme equivocado porque yo le di mi voto. Que temo haberme equivocado y espero que al final no sea así. Espero por mis hijos, por mí y por el país que no sea así.
¿Cocina?
Me encanta. Cuando sea grande, voy a ser chef. Para la cocina casera soy un éxito. Soy muy creativa. Si me cuadro con una receta internacional, me pulo también.
¿Comida favorita?
Desde que era pequeñita, puedo morir con una tortilla con una mortadela en el centro. Tortilla con mortadela, me puede poner a escoger que me voy con la tortilla calientita.
De las labores del hogar, ¿cuál es la que menos te gusta?
Para mí las labores del hogar, todas son una tortura, menos cocinar y lavar la ropa porque me parecen muy entretenidas. De lo demás todo me parece estúpido porque hay que hacerlo para deshacerlo.
¿Fertilización in vitro?
A veces somos tan moralistas para unas cosas y tan inmorales para otras. Yo, la verdad, no le veo la tragedia, pienso que en cuanto la ciencia pueda ser utilizada para cosas buenas, está bien.
¿Secretos escondidos?
Escribo cuentos de realismo mágico, son historias basadas en la vida real.
Y de la gente que se opuso al Estadio Nacional...
¡Qué cansado! Los que dicen que no se puede deberían dejar de estorbar a quienes lo están haciendo.
¿Qué opinas de Obama?
(Se ríe) Tengo bastantes problemas en mi país para estar tan pendiente de Estados Unidos. Históricamente, me parece que él representa un cambio importante, un golpe al racismo y la intolerancia. Si yo estuviera en Estados Unidos, votaría por él.
Al espejo
Ídolos: Mafalda y La Pequeña Lulú.
Un equipo: Mi familia.
Un hobby: Leer.
Un libro: “El caballero de la armadura oxidada”.
Película: “Tomates verdes fritos”.
Un estudio: Filosofía.
Un objetivo: Saber vivir.
Una tristeza: La traición.
Una ilusión: El amor.
Un recuerdo: Mi pasado.
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