Neyssa Calvo Achoy
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Los perros y los gatos al igual que muchos de sus dueños también libran batallas contra los kilitos de más.

Por lo general, dicen los expertos en veterinaria, los caninos son más tragones que los felinos, pues se comen todo lo que ven.

“Cuando la gente estrena mascota es común que se vuelvan locos con su llegada y piensan por error que entre más comida le den es mejor”, dice la veterinaria Jeannette Torres.

Claro, también hay casos donde el sobrepeso se ve influenciado por factores genéticos como la raza, la castración y reducción repentina de la actividad física.

Algunas de las razas de perros con mayor predisposición son: labradores, beagles, cocker, chihuahuas y los basset hound.

En poco tiempo esas libritas de más se van notando y convierten a estos animales en candidatos seguros a enfermarse.

Según Torres, cuando son gorditos aumenta el riesgo de daños en el corazón, sube la presión arterial y hay predisposición a la diabetes. Además, sufren problemas respiratorios y malformaciones ortopédicas.

¿Qué hacer?. Lo mejor es tener un plan de acción que involucre programas de alimentación y una rutina de ejercicio.

En cuanto a la dieta, el médico Luis Martínez recomienda no hacer cambios bruscos de inmediato. Lo ideal es disminuir la cantidad calórica, es decir el consumo de grasas y subir la fibra.

Las golosinas deben restringirse. Tan solo piense, dice Martínez, que una galleta para un perro de 10 kilogramos es el equivalente a una hamburguesa para una mujer de 1.65 metros.

Para ayudarse en la tarea, en el mercado existen alimentos destinados a regular el peso de la mascota que contienen proteínas, vitaminas y ácidos grasos.

Martínez asegura que es necesario que las mascotas lleven una vida mucho más activa.

En el caso de los gatos no es fácil llevarlos al parque a caminar. No obstante, en casa pueden corretear una pelota o juguetes.