MSc. Margarita Murillo Gamboa
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La emoción se siente en el cuerpo, incluso puede que en ocasiones no se pueda describir racionalmente, solo se siente o se presiente. Es decir, es algo inherente a nuestro momento y cuerpo. Estas sensaciones o emociones son muy importantes de respetar y de llevar a un plano de análisis y reflexión profundas.
En algunas ocasiones, estas impresiones llegan a describir las sensaciones.
A partir del momento en que tomamos consciencia y lo nombramos como un sentimiento, entrará en el plano afectivo y buscará respuestas en el plano espiritual. Es importante saber que el plano espiritual no es la religión, es sólo el espacio donde se encuentra sentido a la vida. Ahí encuentro el significado de respeto por lo que se hace y decide.
Es ese espacio que poseemos en nuestra mente-afecto y sensación. A partir de ahí se le puede dar a ese sentimiento un sentido a nuestra vida.
Podemos comparar esta posición con la que se menciona en los aportes del doctor Víctor Frank (1997). En su teoría de la logoterapia hace referencia al inconsciente espiritual inherente a toda persona, la cual es la base de la búsqueda de sentido por medio de sus vivencias y emociones.
La emoción y el sentimiento son muy valiosos, y se debe ahondar en su descripción para darle su debido respeto.
La emoción y el sentimiento se les deben enseñar a los niños y niñas, quienes se sensibilizarán a edades tempranas.
Lo prudente es que logren identificarlos y que aprendan a sobrellevar estas sensaciones en su vida diaria.
Es necesario que puedan hablar sobre ellas y promover un tiempo para encontrar respuestas creativas y formadoras de la afectividad.
Esa es una de las bases de la educación de la sexualidad. Hay que discriminar con claridad los sentimientos. Recordemos que el impulso es un estabilizador de las emociones, pero quien debe hacerse cargo de ellas no es el impulso sexual, sino la persona por medio de sus decisiones.
Comentarios
¿Cómo convenzo a mi esposa de que las relaciones evitan el estrés?
Ambos deben educarse y permitirse disfrutar del placer, pero las mujeres deben empezar por conocer sus cuerpos.
¿Por qué ellos siempre quieren y ellas pierden el deseo con solo pelear?
Al hombre se le inculcó que la penetración es la forma en la que se afirma como macho. La mujer en cambio siente seguridad en la expresión de sus emociones, si estas se ven alteradas por alguna razón, el deseo se pierde.
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