Alejandro Arley Vargas
Patricia Recio García
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“Nada más tengo que decir que me declaro inocente”, fueron las palabras que pronunció ayer en los Tribunales de Goicoechea un joven de apellido González, acusado de asaltar y asesinar al colegial Josué Rojas.

Los hechos ocurrieron el 8 de abril del 2008 en Tibás, en un intento de robo de un celular.

El otro acusado del crimen es un adolescente de 14 años, quien fue sentenciado a ocho años de prisión por el Juzgado Penal Juvenil el 29 de julio del 2008.

El Ministerio Público pidió ayer al Tribunal de Juicio que se impongan 53 años de cárcel.

A González también se le juzga como sospechoso de herir de bala en la mano y pierna izquierdas a Franklin Rojas Garita el 9 de febrero del año pasado en La Florida de Tibás.

La sentencia por ambos casos se dictará el próximo 13 de abril a las 9 a.m.

El fiscal Edgardo Bonilla solicitó al Tribunal de Juicio que se condene al imputado a 35 años de prisión por el homicidio calificado de Josué, 15 por robo agravado, dos por portación ilícita de arma y uno por lesiones graves contra Rojas Garita.

La representación legal de Roxana Rojas, madre de Josué, solicitó 40 años de prisión contra González y ¢175 millones de acción civil resarcitoria.

Bonilla solicitó que se extienda hasta el 30 de abril la prisión preventiva contra González pues la actual se vence el miércoles.

El defensor Willy Curling aseguró en sus conclusiones que contra González no existen pruebas “sino difamaciones”.

Curling cuestionó la declaración de uno de los testigos más importantes aportados por el Ministerio Público, al considerar que favoreció al adolescente sentenciado por el homicidio de Josué y que con eso se perjudicó a su defendido quien, según él, no participó en el hecho.