Alejandro Arley Vargas
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“Imposible. Las tarifas de hotel han subido mucho y la plata ahora hay que guardarla para lo necesario”, nos comentó ayer Ana Lorena Araya, vecina de barrio Los Ángeles de San José.

En pleno Lunes Santo y en el bulevar del Correo, centro de la capital, el comentario de doña Ana Lorena no pudo menos que reflejar lo que decenas y miles piensan respecto a irse de paseo en la presente Semana Santa.

Para muchos sobran las ganas de irse a la playa, pero la plata no.

“Todo está caro. Existe gente que se la juega con tarjetas, pero yo no”, nos dijo don Jorge Méndez de Desamparados.

No obstante tener tiempo libre, la situación económica actual no permite a muchas familias irse de paseo.

Los gastos de hospedaje y alimentación son los principales impedimentos para que la gente se frene a una escapadita.

Otros no ven mal la idea de quedarse en casa y disfrutar las actividades propias de la época como las procesiones.

“La cosa no es igual que antes cuando casi todas las familias podían irse tres o cuatro días de paseo. Nosotros nos vamos a quedar en casa”, dijo Raúl Quirós, vecino de Pitahaya de Cartago.

“El tarjetazo”

¿Me la juego con la tarjeta o un préstamo rápido para financiar el paseo?

Cinthya Zapata, directora de la Oficina de Apoyo al Consumidor, explica que no es recomendable endeudarse para vacacionar.

“La necesidad de recreación que todos tenemos se puede llenar de otras maneras como visitar un parque o lugar turístico cercano. También hay que aprovechar las actividades gratuitas”, afirmó Zapata.

Otra opción es organizar un paseo de un solo día, a un destino accesible, que no amerite buscar plata de donde no se tiene.

Sitios como el Museo Nacional, el INBioparque, el Museo de los Niños, el Parque de Diversiones, el Parque de la Paz o La Sabana son opciones económicas.

Si ya le ganó la tentación y piensa dar el “tarjetazo”, seleccione bien el sitio del paseo y tome en cuenta la tasa de interés.

¿Saldrán?

Para muchos, en estos tiempos los paseos no son un asunto prioritario.

Tatiana
Hernández.

Tatiana Hernández, Moravia.

Me quedo en casa con mi esposo. Esa plata se puede utilizar en pagar cuentas o para otros gastos”.

Jorge Méndez, Desamparados,

Todo está caro, pero alguna gente se la juega con tarjetas, yo no. Voy a estar en la casa de mi hermano”.

Raúl Quirós, Cartago.

Nos quedamos en la casa. Actualmente, lo más caro de salir a pasear es la comida y los hoteles”.

Mientras muchas familias se quedan en la casa esta Semana Santa, otras se las ingenian para ir de paseo a la playa.

Es el caso de Johnatan Esquivel, vecino de San José, quien se fue a Puntarenas con su esposa Yajaira y sus dos hijas Angie de tres años y Cristel de uno.

“Llegamos el sábado pasado porque conseguimos una cabina en Esparza a un buen precio. Probablemente nos vamos a quedar hasta el miércoles”, comentó ayer el vacacionista.

Esquivel explicó que se puso de acuerdo con la esposa para hacer un ahorro y así darse el gustito del paseo.

“Teníamos la platita y decidimos venirnos”, añadió el josefino.

Esquivel destacó la limpieza de la playa de Puntarenas que lucía impecable pese a que el sábado hubo una multitudinaria carrera.

Karla Gutiérrez, vecina de Coronado, aprovechó los días santos para irse a la playa de Moín, Limón, con toda la familia. La acompañaron su esposo Marvin Mena y sus cuatro hijos.

Aunque saben que la crisis económica afecta al país, la pareja de esposos guardó dinero para viajar y, así, visitar a familiares que tienen en esa zona, entre ellos el padre de Gutiérrez.

“La platilla es lo de menos porque si uno se lo propone la saca para el descanso familiar. Nunca debe faltar algo de dinero para disfrutar”, comentó la coronadeña.

Llegaron el domingo por la tarde y ayer se fueron a Moín, que para ellos “es una playa tranquila y segura”.

Además, conocen al dueño de un restaurante donde pueden departir un rato con los niños.

“Nos vamos el jueves porque también debemos visitar la iglesia el Viernes Santo para ponernos con Dios”, concluyó Hernández.