Jueves 17 de diciembre de 2009, San José, Costa Rica
Sucesos | En Quepos
Cae por crimen de taxista
Involucrados jóvenes, sin antecedentes y técnicos en informática
  • AlDia.cr
    Los jóvenes, presuntamente, iban a usar el carro para trasladarse a San José. Archivo.
  • AlDia.cr
    Milder Campos Carranza.

Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

Puntarenas.- El OIJ arrestó ayer a dos individuos por supuesta relación con el asesinato del taxista Milder Campos Carranza, de 31 años, ocurrido el 26 de octubre en el barrio La Pascua en Quepos.

Uno de los detenidos es de apellido Espinoza, de 21 años y técnico en mantenimiento de computadoras.

Fue arrestado en un bar en Naranjito, poblado en donde, horas antes y, en un café Internet, había sido apresado el primer sospechoso de apellido Fernández.

Las acciones, intensificadas en las últimas horas, las despliega el OIJ de Quepos.

Al parecer, habría un tercer sospechoso.

Espinoza y Fernández carecen de antecedentes policiales y ostentaban trabajos formales.

“Es inexplicable que estén involucrados en hechos de esta naturaleza”, expresó una fuente policial ligada al caso.

Los sujetos, presuntamente, abordaron a Campos para asaltarlo, despojarlo del dinero y robarle el auto para irse de “fiesta, dijo la fuente policial.

Una vez que el carro estuvo en movimiento y que había avanzado varios metros amenazaron al tasxista.

Uno de los ocupantes, de manera inesperada, le puso un cuchillo en el cuello y lo cortó, según las investigaciones.

Campos logró abrir la puerta y caminar, pero solo dio tres pasos porque cayó moribundo.

Uno de los jóvenes ocupó su asiento. Al sentarse, se impregnó la camisa con la sangre de Campos.

Salieron a toda prisa, pero al llegar a Esterillos, vieron luces policiales y movimientos.

Creyeron que se trataba de un retén y entonces dieron vuelta.

Sin embargo, todo el movimiento que había al frente obedecía a un atropello con muerte.

En la maniobra, se quedaron atascados de camino por lo que optaron por dejar el taxi abandonado.

Inmediatamente, huyeron a través de unas plantaciones de teca y palma y, al día siguiente, llegaron a Parrita.

Uno de ellos, según la policía, fue a un negocio donde, casualmente, unos días antes, los habían llamado para que repararan unos equipos de cómputo. Al terminar, cobraron y compraron unas prendas para el que tenía la ropa impregnada de sangre.

Luego, abordaron un autobús y regresaron a Quepos.

Días más tarde trascendió la supuesta participación de ellos en el suceso.

Publicidad
Publicidad
 
Recomienda esta página a un amig@
Recomienda esta página a un amigo

© 2009. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.