Miércoles 4 de febrero de 2009, San José, Costa Rica
Sucesos | Causa contra chofer ebrio en Liberia
Pastor pide justicia
Perdió un brazo, una pierna y a una hija de 14 años
  • AlDia.cr
    Para Ulises y su esposa la situación es dolorosa. Julio Peña.

Julio Peña, corresponsal y Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

Liberia, Guanacaste.- Un mes después despertó de un profundo coma en la unidad de Cuidados Intensivos, en el sétimo piso del Hospital México, con el brazo izquierdo amputado, la cara parcialmente paralizada, tres centímetros menos en su pierna izquierda que hoy solo le sirve de apoyo y lo peor estaba por venir.

El 21 de diciembre del 2006, Ulises Chaves Bogantes, un pastor evangélico con 30 años de servicio, salió de Liberia con su esposa Maritza, sus hijas Rebeca y Raquel hacia Nicoya, a brindar consuelo a un colega por el reciente fallecimiento de la esposa.

Al despertar, casi de manera simultánea, los duros recuerdos comenzaron a surgir: el accidente y ¿qué pasó con las hijas?

“Mi esposa me confió, al salir del coma, que Raquel había muerto, que Rebequita estaba herida, ¡imagínese!, iba a consolar a un hermano y nunca llegué”, dijo.

En esa noche, hace dos años, transitaba por el barrio Los Jocotes, en Filadelfia, carretera a Nicoya. Un Daihatsu, conducido por un hombre de apellido Urbina, de 43 años, y también vecino de Liberia, invadió el carril contrario.

El OIJ de Santa Cruz destaca que el choque ocurre en una recta donde “el punto de impacto está en el carril derecho, en sentido norte a sur, o sea, en el que iba la familia Chaves Torres".

Además, la alcoholemia practica a Urbina, a las 4:33 a.m. del 22 de diciembre, confirma que conducía ebrio con 101 miligramos.

Maritza, quien viajaba en el asiento del acompañante, recuerda que “el carril izquierdo estaba lleno, cuando vimos que un carro se desprendió del suyo y comenzó a rayar. Mi esposo quiso esquivarlo y yo grite: ¡la sangre de Cristo nos cubra! y... nada”.

El 24 de diciembre del 2006, enterraba a su hija Raquel en Liberia. Al día siguiente viajó a San José para acompañar al esposo que estaba en el México. “No sé cómo llegué. Caminé por esas calles de San José. La gente me veía llorar. Solo yo sabía el dolor que llevaba por dentro”.

Justicia pronta y...

Al cabo de dos años, don Ulises espera que la justicia pronta y cumplida no se demore más.

Incapacitado para seguir trabajando, requiere de una prótesis de $85 mil, pero le es imposible reunir el dinero y recibe terapia de rehabilitación cada semana.

“Esta es una situación demasiado dolorosa. No hay palabras para describir lo que un borracho puede hacer en la carretera”, expresó recientemente en los Tribunales de Santa Cruz , a donde fue en busca de justicia.

Asegura estar en paz con Dios: “ojalá la muerte de mi niña no quede impune. ¡Esto es llorar todos los días, por el dolor de haberla perdido así!”, expresó.

Urbina enfrenta una causa por homicidio culposo en los Tribunales del II Circuito de Guanacaste con sede en Santa Cruz.

La acción civil resarcitoria se estima en ¢112 millones, por muerte, daños físicos, morales y materiales.

La causa está a la espera de la audiencia preliminar, para decidir si hay o no juicio.

Urbina alega que no recuerda nada del accidente.

La víctima

AlDia.cr

Raquel Chaves

Edad: 14 años

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