Alejandro Arley Vargas
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Si los médicos del hospital Calderón Guardia lo autorizan, un avión ambulancia está listo para trasladar a Estados Unidos, al piloto Jeremy Lusk quien sufrió una severa lesión en la competencia de X-Knigths el sábado pasado en el estadio Ricardo Saprissa.
El acróbata permanecía anoche en condición delicada, bajo un coma inducido con medicamentos, en la unidad de Cuidado Intensivo Quirúrgico del hospital Calderón Guardia.
Manrique Mata, organizador de la actividad de “freestyle” (estilo libre), comentó que la póliza internacional que cubre a Lusk contempla el uso de la aeronave que está en Miami.
“La organización Metal Mulisha, a la que pertenece Jeremy, tiene una póliza colectiva para sus pilotos”, explicó Mata.
El neurocirujano Jorge Fernández, quien operó a Lusk la noche del sábado, comentó que si las condiciones lo permiten y el paciente no sufre un deterioro, el viaje a Estados Unidos podría efectuarse mañana.
“En este momento no es manejable en un avión”, expresó ayer Fernández, quien es jefe del servicio de Neurocirugía del hospital.
Aunque Lusk no presenta fracturas, los médicos no saben aún si tiene daño cerebral o en la médula espinal.
Asumen riesgo
Manrique Mata, organizador de los X-Knights, indicó que debido al elevado riesgo que corren los pilotos en sus acrobacias, ellos firman un contrato en el que exoneran de toda responsabilidad a la empresa.
“Nosotros no contratamos a un piloto que no tenga póliza”, aseveró Mata.
El promotor se mostró dolido por el accidente y lamentó la situación que atraviesa Lusk y su familia. Agradeció las cadenas de oración que han hecho los fanáticos del “freestyle”.
Según Mata, Lauren Lusk, esposa de Jeremy, está en el país con su padre. Anoche se esperaba la llegada de los papás del joven acróbata.
La familia pidió al hospital absoluta privacidad y desde ayer el equipo Metal Mulisha es el encargado de atender a la prensa.
Compleja cirugía
Vida en riesgo
2007 / California
En los X Games, Lusk intentó la acrobacia “Heart Attack Indian Air BackFlip”.
Cayó con la llanta delantera de forma casi perpendicular y se fue hacia el frente.
A diferencia del sábado anterior, puso sus manos al frente para amortiguar el golpe.
Aturdido y casi sin equilibrio, el joven logró ponerse en pie tras la colisión.
2009 Costa Rica
El sábado pasado trató de hacer la misma maniobra con la que se accidentó en California.
La caída no fue óptima y la llanta delantera golpeó con fuerza la rampa de llegada.
El piloto no pudo poner las manos y su cabeza se estrelló fuertemente contra el suelo.
Tras la caída, Lusk quedó inconsciente e inmóvil en la arena. Su condición es delicada.
Jurgen Larsson, comentarista y piloto con 22 años de experiencia en motocross y automovilismo, explicó que en los dos saltos previos al accidente, Lusk tuvo problemas, especialmente en el aterrizaje.
“Llegó ‘sobrado’, es decir, muy adelantado, entonces en un par de ocasiones se fue hacia adelante y se golpeó”. En el último salto, el del accidente, agregó Larsson, le faltó rapidez porque con más velocidad hubiera tomado mayor altura y hubiera hecho el giro con más tiempo. El experto añadió que al caer, Lusk se desestabilizó y no pudo poner las manos, por lo que el impacto se lo llevó en la cabeza.
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